El verano es una época delicada para aquellas personas que padecen daños cerebrales. La doctora Rosario Dominguez, directora del Centro de Rehabilitación de Daño Cerebral (Crecer), recomienda a los cuidadores de estas personas tener especial precaución con los efectos de las altas temperaturas y anticiparse a sus necesidades. "Muchos de nuestros pacientes son afásicos (personas incapaces de hablar) o padecen alteraciones de conciencia y no pueden transmitir a sus cuidadores que tienen sed, mucho calor en un lugar o que necesitan refrescarse. A veces incluso no saben ni lo que están sintiendo. Esto obliga a los familiares a estar mucho más pendientes de ellos", explica la doctora. Algunos de los consejos de Dominguez para garantizar un buen cuidado son: evitar la exposición directa al sol, utilizar complementos como gorros, sombreros y gafas, llevar una buena alimentación rica en Omega 3, frutas y verduras y mantener un alto nivel de hidratación. La directora de Crecer también incide en la importancia de evitar el ahogamiento. Los baños en el mar deben realizarse en zonas acotadas para personas con minusvalías, apoyadas por equipos de protección civil o con elementos de refuerzo como sillas especiales. Por último, alerta a las personas hipertensas de que pueden sufrir un ictus hemorrágico.