El magistrado de la Audiencia de Sevilla Agustín del Río, que llegó a presidir la Sección Tercera y enjuició el denominado Caso Arny, falleció el pasado domingo a los 89 años.

El juez, que era natural de la provincia de Málaga y tenía dos hijos, Enrique y Emilia, ambos letrados en el despacho del penalista Francisco Baena Bocanegra, falleció ayer en Sevilla y su funeral se ha celebrado este lunes.

Precisamente la figura de Agustín del Río, que tenía la cruz de San Raimundo de Peñafort, ha sido objeto de un reconocimiento al inicio de la decimotercera sesión del juicio de los ERE, donde su hijo Enrique del Río interviene como abogado defensor. El letrado Alfonso Martínez del Hoyo, que ha asumido por esta jornada la defensa que llevaba Enrique del Río, ha intervenido para recordar al que fuera magistrado presidente de la Sección Tercera, en la misma Sala de los ERE en la que ha rememorado que el juez ahora desaparecido celebró multitud de juicios.

El presidente del tribunal, el magistrado Juan Antonio Calle Peña, asumió las palabras de recuerdo y homenaje a Agustín del Río, unas palabras del abogado defensor que el tribunal "suscribe y le agradece", ha afirmado Calle Peña.

Agustín del Río, que era muy querido en la judicatura sevillana, pasó muchas décadas en la carrera judicial, donde había estado destinado en los juzgados de Vélez Málaga, entre otros destinos, hasta llegar a Sevilla, donde alcanzó la presidencia de la Sección Tercera de la Audiencia. Al cumplir los 70 años, pasó a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), donde estuvo los dos últimos años antes de jubilarse.

Como presidente de la Sección Tercera de la Audiencia, Agustín del Río celebró el juicio por el caso Arny, que fue uno de los mayores escándalos de prostitución de menores registrado en España, en el que estuvieron imputados varios personajes conocidos -que finalmente fueron absueltos en su gran mayoría-, y que se saldó en 1998 con la condena de 16 de los 49 hombres procesados, entre ellos el dueño del pub Arny, Carlos Saldaña.