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Manuel Pío Halcón. Empresario agrícola

"Sé de flamenco, pero de lo que entiendo es de mujeres"

  • Marqués, ganadero, agricultor, inspector de Hacienda, productor de cine, descubridor de talentos del flamenco, Helenio Herrera lo fichó de portero del Atlético de Madrid

TIENE a Sabina de tono en el móvil. Abstemio y bohemio, Manuel Pío Halcón (Sevilla, 1926) es un fin de raza, como el libro de su padre, el académico Manuel Halcón.

-¿Ejerce de marqués?

-En Madrid soy el marqués de Villar del Tajo y en el mundo del flamenco soy el Pío. Eso es arte.

-¿Lo suyo es el flamenco?

-Yo entiendo más de mujeres que de flamenco y dice la gente que entiendo mucho de flamenco.

-¿Qué recuerda de su padre?

-Se casaron muy jóvenes, él con 19 años, mi madre con 17. Fue un infanticidio. Tenía una cosa de pulmón y su padre lo mandó a Suiza. Fernando Villalón, su primo, fue a la estación a despedirlo, porque iba a Suiza para morirse.

-Y sobrevivió a su primo, al que retrató en Recuerdo de Fernando Villalón...

-Eso es insuperable.

-¿El flamenco suponía ir de fiesta en fiesta?

-La gente lo asocia con la juerga, pero yo soy abstemio. Mientras los demás bebían o se tomaban la rayita, yo estaba pendiente del cante y el baile. He visto tocar la guitarra a Paco de Lucía tomándome un té en un vaso de whisky.

-¿Y el Halcón académico?

-El padrino de mi padre en la Academia fue Wenceslao Fernández Flórez. Es de la generación del 27, pero la fama se la llevaron los poetas. Fernando Villalón era el de más edad. Esa vena poética le venía de mi abuelo, el marqués de San Gil, que tenía ganadería brava. Hizo en la finca una plaza de toros para que tentaran Espartero y toreros de su época.

-Usted llevó al cine Manuela...

-No se reconoció en la película. Fundé una productora, Galgo Films. Durante 17 años fui presidente de la Federación Galguera. La hicieron Pancho Bautista y Gonzalo García Pelayo, un genio de la música que metió a Lole y Manuel. Charo López estaba guapísima. Cuando se estaba desnudando, estaban allí todos los eléctricos, no se movía ni uno.

-¿Produjo más películas?

-La espuela. Una historia de Manolo Barrios. Fue un fracaso. Eso no me lo ha perdonado nunca la gente de Sevilla, se metía con la Semana Santa, con el Rocío.

-¿Era su padre un fin de raza?

-Que nace con el comienzo del siglo. Murió porque se pegó un tiro. Tenía unas depresiones terribles. La cosa genial y depresiva le venía de los Villalón-Daoiz. Le decía a Antonio Burgos que si a Daoiz le coge en Sevilla el 2 de mayo no sale con un cañón a la calle, se mete debajo de una cofradía.

-Fue héroe en Madrid, donde también vivió usted...

-Frente al campo del Metropolitano. Veíamos los partidos del Atlético Aviación. Helenio Herrera vino un día a verme al Ramiro de Maeztu. Me fichó de tercer portero, detrás de Marcel Domingo y de Saso. Se enteró mi padre y lo dejé. Acabé Derecho y aprobé oposiciones a inspector de Hacienda en Jaén y Toledo. Con 23 años me hice cargo de la finca.

-¿Dónde le coge la guerra?

-En Cartaya, en la casa de mi abuela materna. Mi padre era corresponsal de guerra. Un día reconoció el cadáver de un amigo íntimo del colegio. Lo contó en el artículo Mi amigo enemigo, por el que le dieron el Mariano de Cavia.

-¿Va mucho a Sevilla?

-Fernando Villalón decía: "Vine del campo ayer y me voy mañana". No quiero que me vea la gente arrastrar los pies por Sevilla. Yo tenía mucha fama con las mujeres. He sido mujerista, no mujeriego. Mi amiga Carmen Carrero, la hija del almirante, me decía que si no hubiera sido por las mujeres habría llegado a ministro.

-¿Las suyas o todas?

-Mi ex mujer, Lucía Bejarano, es una señora fenomenal. Me dejó por un bajito. Un día me dijo Fernando Fernán-Gómez: "Pío, te das cuenta que nos dejan por los bajitos". Lo había dejado Analía Gadé.

-Su hija Pía es concejala del PP. ¿Le ha presentado a Zoido?

-El único alcalde al que he conocido es a Fernando Parias, que está casado con mi prima Ivita Halcón. A Pía le tocó Bellavista, donde nació Felipe González. Ahora le han dado Nervión. Es otra cosa.

-Como Vilallonga, es un aristócrata que ha hecho cine...

-Hice un corto que me premió la Junta. Hacía de señorito andaluz.

-¿Ha visto rarezas en flamenco?

-Un violín en un disco de Remedios Amaya por bulerías o Antonio Mairena cantando verdiales.

-¿Su modelo de aristócrata?

-El conde de los Andes, que me metió en el flamenco. Fue el único ministro que fue a despedir al rey Alfonso XIII cuando se fue al exilio. Era el gourmet más importante de Europa. Fui novio de su nieta Imelda. Nos llevaba a una finca cerca de Jerez, Casablanca, donde tenía gallinas castellanas. El conde cogía los huevos, los miraba al trasluz y los metía en una canastilla. En él se inspiró Berlanga en La Escopeta Nacional para el personaje del marqués, Luis Escobar, que era marqués de verdad.

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