Sevilla FC

Correa, el fulgurante arranque de una realidad

  • Condicionado por su alto coste hace un año, terminó encandilando a la afición y ha vuelto con mucho brío

Correa sale de la zona de desembarque del aeropuerto acompañado por Montoya.

Correa sale de la zona de desembarque del aeropuerto acompañado por Montoya.

Si hay un jugador que logró convencer a casi todo el mundo después de un titubeante inicio en el Sevilla, ése fue Joaquín Correa. Condicionado al principio de la temporada pasada por las altas expectativas que levantó al convertirse en uno de los fichajes más caros de la historia del club -cerca de 12 millones que llegarán a 13 según pluses por rendimiento-, pese a ser un joven de apenas 22 años, su crecimiento fue lento al principio, pero imparable luego. El gol en Las Palmas lo catapultó y en la segunda vuelta se metió a la grada en el bolsillo. Ahora ha vuelto con muchísimo brío.

Justo antes de jugar el play off de la Liga de Campeones, Correa cumplirá 23 años y la sensación que está dejando en esta incipiente pretemporada es que es un futbolista con mucha más seguridad en sí mismo, más vertical, más suelto, más eléctrico... aunque es verdad que el verano pasado ya sorprendió en su debut con un golazo al St. Pauli.

Encaja perfectamente como ala izquierda en el dibujo de Berizzo, a pierna cambiada

En este su segundo curso como sevillista, Correa debe seguir creciendo y asentándose en la banda izquierda, su posición más fértil. Ahí, a pierna cambiada, encaja perfectamente en el esquema de 4-3-3 de Eduardo Berizzo. Además, no tendrá la competencia de Vitolo, aunque sí podrá mantener un pulso con Nolito para hacerse con ese puesto. El futbolista de Tucumán, además, puede actuar en otras posiciones del frente de ataque, lo que le da otra ventaja que parece querer aprovechar.

En los amistosos de Japón Correa ya ha demostrado que ha vuelto tras las vacaciones con muchísimo empuje. A su indudable calidad le faltaba quizá más determinación en los metros finales y eso es lo que debe acentuar con Berizzo. Ante el Cerezo Osaka forzó el penalti que supuso el 0-2, con un formidable demarraje tras un excelente pase de Ganso, y frente al Kashima Antlers volvió a percutir con fuerza y dinamismo, con quiebros en conducción y también fallando algún que otro gol, faceta en la que está llamado a ir mejorando. Sampaoli lo impulsó y le abrió la puerta de la selección argentina y Berizzo puede rematar la maduración de un futbolista en claro y esperanzador crecimiento.

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