Predicar con el ejemplo

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El Sevilla cierra el año en Anoeta, donde mejorar el juego y recuperar los resultados ya es obligatorio.

Jesús Navas, baja de última hora por una gastroenteritis.

Entrenamiento del Sevilla ante la mirada de Berizzo.
Entrenamiento del Sevilla ante la mirada de Berizzo. / EFE
Eduardo Florido

20 de diciembre 2017 - 02:31

No hay mejor forma de imponer un criterio, una idea, un concepto, una filosofía que predicar con el ejemplo. Eduardo Berizzo quiere más agresividad, intensidad y verdad en la presión del Sevilla a la hora de atacar al rival para robarle el balón. Asimismo, asumió que él debe mejorar la concepción del juego para crear mejores "circuitos de juego ofensivo", de forma más estructurada y menos improvisada, más racional y menos impulsiva. Y para exigir esa mejoría, para intentar inculcar en sus jugadores esas necesarias mejoras en el Sevilla estará esta noche en Anoeta después de pegarse un palizón de 900 kilómetros, unas pocas de horas de viaje en dos jornadas en tren -ayer ya pernoctó en Madrid-, ya que los cambios de presión del vuelo le impiden tomar esta misma mañana el avión con el equipo. Para que vuele su equipo, él debe ir por tierra...

Se presenta el Sevilla en Anoeta en una curiosa encrucijada. El equipo es quinto, más cerca de los de arriba que de los de abajo. Pero el descontento entre la afición y la crítica de la prensa especializada son patentes. Es como si toda la ilusión depositada en verano cuando fueron llegando Nolito, Banega, Jesús Navas, Kjaer, Pizarro... se hubiera terminado de desinflar, después del pinchazo gordo de la semana trágica de octubre, coincidiendo con la baja médica del entrenador, cuya vuelta al banquillo después de tres semanas ausente coincidió con un frustrante empate ante el Levante que no sirvió de bálsamo de la herida abierta en el Santiago Bernabéu, todo lo contrario. Su regreso, su presencia en el banquillo pese a no estar aún repuesto de su intervención quirúrgica, aminoró sólo un poco la sonora pitada con la que despidió la afición al Sevilla.

Predicar con el ejemplo
Predicar con el ejemplo

En San Sebastián afronta el equipo nervionense el antepenúltimo partido de una primera vuelta que, tal y como quedó configurado el calendario, ya se preveía que iba a ser dura porque obligaba a visitar a todos los grandes, con la consiguiente concatenación de resultados negativos, nada extraordinario a tenor de lo que ha hecho el Sevilla otras temporadas precedentes, pero sí llamativo y alarmante cuando se producen de forma seguida y, sobre todo, con dolorosas goleadas como las de Mestalla o el Bernabéu, que se unieron a la de Moscú. Esa pésima imagen de equipo incapaz de reaccionar ante los golpes recibidos es lo que creó un pernicioso caldo de cultivo que quedó venenosamente condimentado con la dificultad para producir juego ofensivo efectivo.

La premisa de la posesión del balón ya no convence si ésta no tiene un reflejo eficaz y solvente en el marcador. Y ese ir y venir del balón sin agredir de verdad al rival de turno es otro caballo de batalla con el que tiene que lidiar Berizzo y, también, Óscar Arias, cuya arriesgada apuesta en Muriel para fortalecer el ataque cada vez tiene menos defensa posible, y cuya planificación está en entredicho y sólo hay que ver la defensa de circunstancias que, otra vez, presentará hoy el Sevilla, sin Mercado, lesionado, Lenglet, sancionado, Carriço ni Pareja...

No obstante, Berizzo parece haber dado con el diagnóstico de la enfermedad. Intensidad y agresividad en la presión para robar y estructuración en lo que él llama los circuitos del juego ofensivo. Por poner un pero a la sintomatología, cabría añadir el deficiente repliegue después de cada pérdida, aunque ya con definir dos de los principales síntomas puede valer si el técnico da con la tecla para arreglarlos. Claro que una cosa es el diagnóstico y otra la aplicación de medicamentos para curar el mal.

Sucede que acude el Sevilla al feudo de un equipo que está incluso más necesitado de congraciarse con su afición, porque la Real Sociedad, con severos problemas defensivos y muchos goles encajados, no gana en casa desde el pasado 5 de noviembre, más de un mes y medio. Apenas un triunfo en Rosenborg por la mínima alumbra la trayectoria del equipo de Eusebio en el ocaso del otoño, con la eliminación copera de manos del Lleida, que remontó en Anoeta (2-3) como pesada losa que levantar, y seis partidos oficiales consecutivos sin conocer la victoria como feo camino hasta el partido de hoy. Eusebio ha hecho la conjura de Fuenteovejuna y allá que va el Sevilla a curarse sus propias heridas, con Berizzo al frente, predicando con el ejemplo.

Jesús Navas, baja de última hora por una gastroenteritis

Eduardo Berizzo ofreció a mediodía de este martes, tras su extensa rueda de prensa, una lista de convocados de la que tendría que realizar un descarte. Baja que hoy ha ocupado Jesús Navas, que finalmente se perderá el encuentro por una gastroenteritis. La principal novedad de esa lista es la ausencia de Mercado, quien el lunes se ejercitó aparte y no ha llegado a tiempo para poder competir en Anoeta. En su lugar entra Corchia, que será titular, y también Carole, para ofrecer un posible relevo en una zaga con apenas cuatro integrantes, dado que Lenglet está sancionado, y uno de ellos es Geis. Borja Lasso es la otra novedad. La lista es ésta: Sergio Rico, David Soria, Corchia, Geis, Kjaer, Escudero, Carole, Pizarro, Krohn-Dehli, Banega, Ganso, Borja Lasso, Franco Vázquez, Nolito, Sarabia, Correa, Ben Yedder y Muriel.

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