El Trofeo Antonio Puerta está cobrando aún más sabor del que ya tenía per se. Que el rival elegido fuera la Roma, como deferencia a Monchi tras su marcha al equipo giallorosso como director deportivo, ya le añadía un sabor especial a una cita siempre entrañable en el calendario emocional del sevillismo. Además, que sea en agosto, justo antes del comienzo de la temporada, le da un calibre importante al partido, por la curiosidad de ver cómo se desenvuelve el equipo de Berizzo ante un rival de alcurnia. Y a eso hay que sumar ahora el regreso de otra figura que dejó huella: la de Jorge Sampaoli.

El seleccionador argentino anunció la semana pasada que tenía previsto realizar una gira europea para dialogar en persona con los futbolistas seleccionables ante la importantísima cita que Argentina debe afrontar el 31 de agosto, en el Estadio Nacional de Montevideo ante Uruguay. Todo un reto para el nuevo director técnico de la albiceleste en su incipiente aventura. En la gira están incluidas París, Madrid, Barcelona y Sevilla. Y Sampaoli ha tenido a bien elegir la fecha del Trofeo Antonio Puerta para visitar a su ex equipo y ver las evoluciones en directo de Banega, Correa y Mercado, a los que ya citó en sus primeros compromisos con Argentina. Además no desperdiciará la ocasión de ver a Pareja, Franco Vázquez, Guido Pizarro (quien ya debutó con Edgardo Bauza) o Montoya.

Sampaoli aterrizará en Sevilla el 10 de agosto, día en que se disputa por la noche el Trofeo Puerta, y permanecerá en la capital hispalense un par de días junto con uno de sus ayudantes, Sebastian Beccacece. Es un viaje profesional, pero con una indudable carga emocional, de un color u otro según el prisma de cada aficionado.