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El contraataque no es indigno

  • El Sevilla sólo encontró los espacios cuando dio un paso atrás y atrajo a un Girona que no sufrió en defensa organizada

  • Ganso y Banega no encontraron a los extremos ni a los laterales

Montoya durante una jugada del partido

Montoya durante una jugada del partido / EFE

La solvencia de un modelo se basa en la variedad de registros, tener un abanico de opciones para cuando la primera idea no funcione seguir probando, disponer de alternativas para cuando el equipo rival plantee otro partido distinto. También tener una plantilla amplia, capaz de hacer que no se note cuando entran titulares o suplentes en un once.

El Sevilla, con el grueso de la primera unidad descansando las piernas tras el esfuerzo de Liverpool, fue incapaz en Montilivi de generar dominio en ataque estático ante un Girona que cerró los espacios con un esquema de tres centrales. En un partido aburrido en su inicio que pasó por varias fases se llevó la mejor tajada de la sandía cuando éste enloqueció, cuando el encuentro se partió y encontró, al contraataque, los espacios que no pudo generar con el rival defendiendo organizado.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Defensa

Berizzo alineó a los dos laterales nuevos, Corchia y Carole, con los centrales que jugaron con el Eibar, Carriço y Lenglet, mientras N'Zonzi se mantenía también por delante de ellos. Cuatro de los ocho cambios con respecto a Anfield en la defensa, una línea que empezó a plantear dudas en el primer tramo del encuentro, aunque más por los costados que por el centro. Ni Corchia ni Carole medían bien los duelos con sus pares y sufrían en balones a sus espaldas y en juego dividido. Ello se llegó a corregir cuando el Sevilla, ya entrado el primer tiempo, logró tener más el balón y más lejos de su área.

En el tramo final del encuentro volvió esa intranquilidad cuando el partido se rompió y pese a que Berizzo trató de frenar al Girona con las entradas de Krohn-Dehli y Mercado, N'Zonzi empezó a ser superado y el proceso de repliegue exhibía carencias y lagunas, como ante el Liverpool. Ello obligó un par de veces a Carriço a salir de su zona para medir mal en dos faltas que lograron meter al enemigo en el área de Sergio Rico, siendo ahí cuando llegó el inexistente penalti señalado a Franco Vázquez y otro que discutieron los jugadores del Girona de Mercado al desentenderse del balón, amén de varias pelotas que cruzaron el área chica de Sergio Rico de costado a costado y otras que obligaron a emplearse al guardameta de Montequinto.

Ataque

El Sevilla no encontró la superioridad numérica que deseaba generar en la primera fase del encuentro. Banega no conectaba y sólo acciones de Ganso llegaron a acercar con timidez el equipo de Berizzo al área rival. Los dos interiores no encontraron el apoyo, sobre todo, de Montoya, puntualmente el de Sarabia y nunca el de los laterales. La entrada de Franco Vázquez fue providencial para que aparecieran los espacios, si bien todo se debió al paso adelante del Girona y la pérdida de cierto control en el medio. El Sevilla ganó al contraataque y al contraataque Muriel dispuso de hasta tres situaciones claras, de las que dos no supo culminar, en especial la del descuento... como en Liverpool.

Virtudes

Entender que cuando no se puede de una manera hay que buscar otra idea. Ganar al contraataque no tiene por qué ser indigno.

Talón de aquiles

Perdió el control al final pese a que los cambios trataron de evitarlo.

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