Otro enero de baile

Choca que con once incorporaciones en verano, el Sevilla tenga que hacer un reajuste en el mercado de invierno, pero suele ocurrir todos los años y la exigencia del fútbol de élite requiere que las planificaciones permanezcan inamovibles. Así, si en la pasada temporada durante el periodo de fichajes de esta época no acabaron convirtiéndose en refuerzos ni Fazio ni Diogo Figueiras, tanto Monchi como Sampaoli tienen en mente hacer algunas modificaciones una vez que el primer tercio de la competición ha dejado al desnudo algunas carencias en la plantilla.

Habrá que ver si se acaban complaciendo todas las peticiones del técnico, pero más o menos la hoja de ruta parece que está trazada, si bien habrá que ver si el recorrido es completado de forma íntegra o se quedarán cosas en el tintero.

En este sentido, parece claro que hay dos puestos que el Sevilla quiere reforzar, la delantera y el centro de la defensa, aunque en todo puede haber matices. Para empezar, que Vietto y Ben Yedder, más aún tras la lesión de Carlos Fernández, se antojan insuficientes argumentos, sobre todo en el aspecto más importante en el puesto específico de delantero: el gol.

Pero el Sevilla tiene un serio problema de fichas. Decir así porque sí que tiene que fichar no se ajusta al escenario real de la dirección deportiva. Por eso, con Krohn-Dehli también esperando para tener un hueco en la segunda vuelta, primero tendrán que salir algunos futbolistas. Uno de los que tienen muchas papeletas para ello es Kiyotake. El japonés se ha quedado algo rezagado en los planes de Sampaoli, incomodado además por sus larguísimos viajes para jugar con su selección, y -algo importante- puede liberar una plaza de extracomunitario, lo que ampliaría notablemente el mercado al que acudir para fichar a un delantero. Kiyotake, que esta misma semana fue vinculado al Deportivo, tiene muy buen cartel en Alemania.

Y no será el único movimiento. Este mismo viernes David Soria mostró en Radio Marca su descontento por la situación que vive tras recuperarse de la lesión que sufrió en los dedos de una mano y que precipitó el fichaje de Sirigu. "Si no voy a tener la posibilidad tendré que salir cedido en enero, porque tengo 23 años, marcharme a algún sitio donde pueda competir por minutos. Si no tengo la posibilidad de tener minutos aquí tengo que salir", dijo el portero madrileño.

Otra situación que es una incógnita es la de Tremoulinas. El francés, entre una lesión de rodilla que parece no tener fin y alguna diferencia de criterio con el club desde este verano, sigue sin aparecer por los entrenamientos, mucho menos por las convocatorias. El lateral es otro de los llamados a liberar una ficha, ya que está inscrito en Europa y en la Liga.