Entre horizontales y verticales

Jugar al fútbol ensimismado en el toque, en sublimar la posesión como si ésta garantizara la victoria por inercia. O jugar al fútbol con la portería en el punto de mira sin renunciar al manual de juego combinativo que tiene Sampaoli por biblia. Fue la diferencia del Sevilla sin Vitolo y con él. El canario es mucho más que un extremo. Es tal su ascendencia sobre el juego del conjunto -también empieza a ocurrir en la selección- que activó a Escudero, acompañó a N'Zonzi -el francés fue el único que lo vio vertical en la primera parte- y forzó que el Deportivo se enrocara en el tablero, lo que agradecieron Mercado y Pareja atrás.

Defensa

Porque los defensas de rojo volvieron a padecer ante enemigos dinámicos y malintencionados, como siempre fueron Çolak, Babel y sobre todo Andone. Jugar con esa defensa de tres obliga a los centrales abiertos a exponerse cerca de la banda. Y ayer, Babel y Andone le buscaron las vueltas a Mercado y Carriço y se las encontraron maniobrando a campo abierto, con calidad el holandés y con su fuerza y movilidad el rumano. Mercado suele responder en estas situaciones, pero ayer salió un tanto dormido -en el 1-0- y pecó de impetuoso en el posible penalti a Andone que no pitó Mateu Lahoz.

Las salidas a la contra del Deportivo fueron en pelotazos en largo al desmarque de sus puntas, que dieron continuidad a las embestidas con mucha intención y verticalidad. A Kranevitter, un medio defensivo más de guardar la posición, le costó acudir en ayuda de los de atrás. En la segunda parte, el creciente acoso sevillista disipó las dudas atrás.

Ataque

Tener a Kranevitter más atrás hizo que N'Zonzi cruzara las líneas hasta pisar el área, una cualidad ajena a Ganso y Sarabia. El brasileño sacó una paloma de la chistera, pero en la continuidad del juego le cuesta mantener el ritmo para activar a los de alrededor. Todo lo contrario que Vitolo, que partió de la izquierda para invitar a todos sus compañeros a encauzar ese juego de toque hacia la portería de Tyton en diagonales, paredes, regates... También Ben Yedder abundó en esa verticalidad.

Virtudes

La verticalidad afloró a tiempo con los retoques.

Talón de aquiles

La visión vertical del juego no es generalizada. La zaga sufrió a campo abierto.