ENTREVISTA

Angelita Yruela, leyenda viva y predilecta de la Semana Santa de Sevilla

  • Una vida llena de recuerdos, anécdotas y saetas

  • La saeta le abrió las puertas a un mundo donde la mujer tenía limitada su participación

Angelita Yruela, leyenda viva y predilecta de la Semana Santa de Sevilla / PABLO LASTRUCCI

Su voz forma parte de la historia de la Semana Santa de Sevilla. María de los Ángeles Yruela Rojas, o simplemente Angelita Yruela, es una leyenda viva de esta ciudad a la que vino hace casi nueve décadas. A través de sus relatos se puede regresar a la Sevilla de los años 40 ó 50; a una Semana Santa que mucho dista de la actual.

Nació en pleno golpe de Estado contra el Gobierno de la Segunda República, el 18 de julio de 1936. Vivió los años de la Guerra Civil siendo una niña, así como el nacimiento de nuevas cofradías y la hechura de nuevas imágenes procesionales que venían a reponer a las destruidas durante el conflicto.

Sus primeros recuerdos están ligados al barrio de Santa Cruz, donde vivió con su numerosa familia en la estrecha calle Rodrigo Caro. Su padre era secretario de la Hermandad de Santa Cruz, a cuya procesión acudía toda la familia cada Martes Santo. Poco tiempo más tarde, cuando falleció su abuelo, la familia se mudaría al barrio del Arenal.

Escuchando un disco la 'Niña de la Alfalfa' aprendió a cantar saetas, algo que le abrió las puertas del mundo de las cofradías, que estaba reservado mayormente a los varones. Fue en un balcón de la calle Adriano donde interpretó su primera saeta, en la entrada de la Virgen de la Caridad, tras pedirle permiso a su padre. Corría el año 1949 y su vida había cambiado para siempre.

Cada vez que le canta al Gran Poder recuerda a su abuela, quien le pidió que mientras viviera nunca le faltara su saeta al Señor de Sevilla. A la Macarena no le cantó hasta después de casarse, siendo su marido quien le pidió que le cantara a la Virgen de la Esperanza. Le había cantado a la Esperanza de Triana y también al Cachorro, de cuya hermandad fue saetara oficial durante 25 años.

Con la Hermandad de Santa Cruz creció y la Hermandad de la Redención creció con ella. En el salón de su casa se produjeron las primeras reuniones en las que se hablaba de una Virgen del Rocío Dolorosa, que terminaría siendo el germen de la cofradía que hoy procesiona desde la Iglesia de Santiago cada Lunes Santo.

Angelita Yruela muestra la Medalla de Sevilla como Hija Predilecta Angelita Yruela muestra la Medalla de Sevilla como Hija Predilecta

Angelita Yruela muestra la Medalla de Sevilla como Hija Predilecta / PABLO LASTRUCCI

Una vida llena de recuerdos y anécdotas. Su casa es un museo lleno de estatuillas, cuadros y reconocimientos de multitud de homenajes y actos en los que ha participado a lo largo de los últimos 70 años. En 2020 fue nombrada Hija Predilecta de Sevilla, cuya medalla de oro lucirá en su pecho la Virgen del Rocío en la próxima estación de penitencia.

Ha escrito nanas, poemas y oraciones a sus amantísimos titulares. También un libro que narra la historia de la saeta. Ha cantado en Madrid y Praga, llevando fuera de nuestras fronteras estas oraciones que nacieron en torno a las procesiones de la Semana Santa de Andalucía.

A sus casi 86 años se encuentra en forma y con ganas de seguir llenando su vida de momentos. Le gustaría volver ocasionalmente a la radio; un medio que le apasiona y en el que ha vivido maravillosos instantes hablando de cofradías y de sus saetas, participando en míticos programas como Cruz de Guía, en Radio Sevilla, o Saeta, en la Cadena Cope.

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