El director territorial de Agroseguro en Andalucía nos habla en esta entrevista sobre el seguro agrario y la meteorología en este año.

–Faltan dos meses para terminar 2022 y ¿podemos asegurar que ha sido un año difícil para los agricultores andaluces?

–Efectivamente 2022 no está siendo especialmente sencillo, y ya llevamos dos seguidos muy complicados a nivel meteorológico. Hasta el momento la estimación de indemnizaciones supera ya los 53 millones de euros, una cantidad muy cercana a los algo más de 56 millones con los que se cerró el ejercicio anterior. Esto significa que muy probablemente el año 2022 cerrará con peor resultado que 2021, ya que los seguros pecuarios seguirán generando indemnizaciones hasta el final del año, en cuyo momento también conoceremos el alcance definitivo de los daños en olivar, que este ejercicio se prevén elevados. Tampoco ha resultado un año fácil a nivel nacional con indemnizaciones estimadas en más de 695 millones de euros.

–¿Cuál es el fenómeno climático que más ha afectado a los cultivos andaluces?

–Sin duda, en esta ocasión, y después de varios años con escasa incidencia de este riesgo, este año hemos vuelto a sufrir las consecuencias de las escasas precipitaciones. Por el momento, las indemnizaciones correspondientes a este fenómeno alcanzan casi los 20 millones de euros. Sin contar con que se espera que el olivar también registre daños importantes por la ausencia de lluvias y por el excesivo calor que hemos alcanzado durante el verano, si bien para conocer definitivamente el alcance de esta situación tendremos que esperar a finales de año. La helada y el pedrisco, suman casi 6 millones de euros. Además, a todo esto, habría que incluir cerca de 10 millones de euros correspondientes a los seguros pecuarios y de retirada y destrucción de animales muertos.

–¿En qué cultivos se han registrado los mayores siniestros?

–En años como el actual, los cultivos herbáceos suelen ser los más afectados, en este caso la indemnización alcanza, hasta el momento, los 18,6 millones de euros (casi 15 son por sequía). Tal y como se ha comentado antes se espera que los daños en olivar sean elevados, y podrían superar a los registrados en herbáceos extensivos ya que, por el momento, las estimaciones se sitúan entre los 20 y los 23 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la evolución del cultivo ha sido muy irregular desde el inicio de la floración. Las altas temperaturas y los golpes de calor, junto con la ausencia de lluvias han afectado mucho. Veremos por tanto cómo cerramos la campaña.

–Hemos hablado antes de la falta de precipitaciones, ¿teméis que volvamos a sufrir las consecuencias de una sequía severa?

–No es algo que podamos prever, pero sí es verdad que nuestra experiencia nos dice que la sequía es un riesgo cíclico que suele encadenar años severos con años algo más benévolos. También hemos visto que cada vez pasa menos tiempo entre un año de sequía y otro. En España hubo una sequía importante en 2005, la siguiente severa ocurrió en 2012 (siete años después), sin embargo, entre esta y la siguiente pasaron 5 años, en 2017. A continuación, 2019 también registró daños por sequía, menos dañina que las anteriores. Ahora, en 2022 hemos vuelto a sufrir las consecuencias de una ausencia continuada de precipitaciones, muy agravada por las elevadas temperaturas del verano y por las sucesivas olas de calor que se registraron. A nivel nacional los daños en cultivos herbáceos han sido elevados y alcanzan casi 90 millones de euros, con más de 1,1 millones de hectáreas siniestradas. Son cifras muy similares a la sequía registrada en 2019. Una sequía como la de 2017, no la podemos prever, lo que sí podemos hacer es seguir reforzando el sistema como una herramienta necesaria para los agricultores y ganaderos que requiere que sigamos garantizando su sostenibilidad y viabilidad.

El cambio climático

–¿Pensáis que el cambio climático está detrás de que cada vez los fenómenos climáticos adversos sean más intensos y frecuentes?

–Sí, hoy en día no es extraño para nadie hablar de cambio climático. Cada año, todos comprobamos cómo se suceden los fenómenos meteorológicos adversos, habitualmente el siguiente peor que el anterior, y casi siempre en el momento más inesperado, que suele coincidir con el estado de desarrollo más sensible para los cultivos. Es evidente que nos está afectando y tenemos que reaccionar, ya que somos muy vulnerables ante el aumento progresivo de la temperatura, y nos hace más propensos a sufrir inundaciones cuando llegan las lluvias o a que se produzcan tormentas más intensas, más violentas y con peores consecuencias.

–El otoño es clave para asegurar algunas de las producciones más importantes de nuestro campo, ¿cuáles son los seguros que se contratan ahora?

–Desde el 1 de septiembre está abierto el periodo de contratación de los seguros de olivar, frutos secos y cultivos herbáceos. En el caso de este último, Agroseguro promueve de nuevo una bonificación del 5% para los agricultores que hayan contratado el seguro (módulos 1 ó 2 en secano) en la anterior cosecha y ahora lo renueven en las condiciones que marca esta línea de seguro. En el caso concreto de la comunidad autónoma de Andalucía, para obtener esta bonificación, los productores de cereal de invierno, leguminosas y oleaginosas (cártamo, girasol y lino semilla) tienen hasta el 31 de octubre de 2022 para formalizar la póliza y obtener esta bonificación. El seguro se puede seguir contratando después, si bien ya no se podrá disfrutar de este beneficio. Otros seguros que se pueden contratar también en otoño es el de uva de vino, desde el pasado 1 de octubre, y el de frutales se empieza a contratar el 1 de diciembre.

Más apoyo al sector agropecuario

–Además, este año, los seguros incorporan novedades...

–Sí, el sistema de seguros agrarios, consciente, de los daños sufridos durante el año 2022, de la situación económica tan complicada que está provocando el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, responde ofreciendo más apoyo al sector agropecuario. En el caso del seguro de cultivos herbáceos, se recoge la evolución actual de los precios y las previsiones de los mercados para 2023. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha aprobado, mediante una resolución de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa), un aumento de los precios de los cultivos herbáceos a efectos del cálculo del capital asegurado y también del valor de una posible indemnización por siniestro. Además, se refuerza el respaldo de las Administraciones públicas al sistema de seguros agrarios a través de las subvenciones a las primas de los seguros En 2022, Enesa ha aprobado el incremento en 10 puntos porcentuales de la subvención base de la prima del seguro agrario, disponible para todas las pólizas de aquellas líneas de seguro que inician su suscripción entre el 1 de septiembre de 2022 y el 31 de agosto de 2023.

–¿Existe más conciencia de lo que ponen en riesgo los productores si no contratan un seguro agrario?

–Pensamos que sí, el contexto que vivimos en general es de mucha incertidumbre y el seguro agrario se ha consolidado como la mejor herramienta para la gestión de los riesgos no controlables por los productores, cuya función es generar tranquilidad a los asegurados, así como garantizar la viabilidad económica de las explotaciones agrarias. Contar con un seguro agrario, puede marcar la diferencia entre mantener en pie una explotación o perderlo todo.