Andalucía, líder en producción ecológica

Asunto crucial vinculado a la producción ecológica es el del agua y el Gobierno andaluz apuesta por un uso eficiente y racional

Juanma Moreno inaugura la obra de mejora y ampliación de la desaladora de la Costa del Sol Occidental.
Juanma Moreno inaugura la obra de mejora y ampliación de la desaladora de la Costa del Sol Occidental.
Juanma Moreno
- Presidente de la Junta de Andalucía

29 de septiembre 2025 - 21:01

La creciente sensibilización de la sociedad frente al cambio climático y la preferencia por alimentos ecológicos como parte de un estilo de vida más saludable están favoreciendo el desarrollo de una producción ecológica en la que Andalucía cree firmemente. Y fruto de ello es la que apuesta que está haciendo por desarrollar y crecer en todo lo que ella engloba. Los datos así lo demuestran.

Nuestra comunidad es líder nacional y europeo en superficie ecológica, con más de 1,4 millones de hectáreas certificadas, y el 48 por ciento de la superficie nacional en producción ecológica, además de contar con un tejido productivo creciente con más de 21.000 operadores.

Tras experimentar en la última década un crecimiento del 88 por ciento en superficie ecológica, Andalucía ha superado con creces el objetivo fijado por la Unión Europea para 2030, que establece el reto de alcanzar con el ecológico un 25 por ciento de la superficie agrícola útil, un porcentaje que alcanzamos hace ya cuatro años, en 2021, y que hoy se sitúa en el 30 por ciento.

España cumplirá con Europa, y lo hará gracias al empuje y avance de Andalucía, que se ha conseguido fundamentalmente por el esfuerzo del sector, pero también como consecuencia del respaldo firme y decidido del Gobierno andaluz.

El crecimiento de la agricultura ecológica en Andalucía se ha producido en las ocho provincias andaluzas, si bien son Córdoba, con 281.000 hectáreas; Huelva, con 271.900; Sevilla, con 227.000 y Cádiz, con 220.000, las que lideran la superficie dedicada a estos cultivos. Tras ellas, Granada, con 207.500 hectáreas; Jaén, con 164.500; Almería, con 82.700; y Málaga, con cerca de 62.200.

El primer cultivo ecológico en extensión en Andalucía es el olivar, con más de 132.000 hectáreas en 2024; seguido de los frutos secos (114.262) y los cereales (113.787). Y en el caso de los cultivos hortícolas ecológicos bajo plástico, Andalucía superó las 5.500 hectáreas en 2024, lo que supone casi multiplicar por diez en la última década la superficie de invernaderos de hortalizas ecológicas, al contar con apenas 640 hectáreas en 2013.

Andalucía tiene una capacidad y un potencial muy altos en producción ecológica y tenemos que saber aprovecharlo. Hablamos de una producción más compleja, pero con muchas ventajas. Es más respetuosa con el medio ambiente y permite mayores ganancias, ya que estos productos se venden a un precio más elevado y gran parte de ellos en mercados europeos con un mayor poder adquisitivo.

Consciente de esa oportunidad, en mi discurso de investidura de la presente legislatura, en 2022, asumí el compromiso de elaborar una Ley de fomento de la producción ecológica que consolidara el liderazgo andaluz en este sector, reforzase la presencia de los productos ecológicos en la vida cotidiana de los andaluces y fortaleciera la posición de los productores.

El pasado mes de abril, el proyecto de ley aprobado por el Consejo de Gobierno entró en el Parlamento andaluz, y sólo dos meses después superó el debate de totalidad sin votos en contra de los grupos parlamentarios, un proyecto que es el resultado del diálogo y la escucha activa con las diferentes instituciones, asociaciones, organizaciones empresariales, agentes económicos y sociales, y con el conjunto de la ciudadanía.

Con esta norma, Andalucía se va a convertir en la primera comunidad autónoma en tener una ley de fomento de la producción ecológica. Nuestra tierra vuelve a ser pionera una vez más y abre camino al resto de regiones que, muy probablemente, también apostarán por regular este tipo de producción.

Desde el Gobierno andaluz nos guiamos por el cuádruple objetivo de consolidar el liderazgo de Andalucía en producción ecológica, fomentar el consumo de estos productos, mejorar su comercialización y fortalecer un modelo productivo sostenible y competitivo.

La futura ley respaldará además la producción integrada, que es aquella que busca un equilibrio entre la agricultura convencional y la ecológica, y en la que Andalucía también es líder, situándose como una de las primeras regiones a nivel europeo. Y lo es gracias a una superficie bajo esta certificación de calidad de alrededor de 433.000 hectáreas y en torno a 45.000 productores.

El primer cultivo ecológico en extensión en Andalucía es el olivar, con más de 132.000 ha. en 2024; seguido de frutos secos (114.262) y cereales (113.787).

Andalucía quiere aumentar la contribución de la agricultura ecológica a la sostenibilidad ambiental y a la lucha contra el cambio climático pero, por supuesto, sin detrimento de otros sistemas de producción. Es posible y viable la convivencia, coexistencia y compatibilidad de todos los sistemas de producción.

Todos ellos deben desarrollarse bajo modelos enfocados tanto a lograr la sostenibilidad ambiental como la económica; es decir, modelos en los que la rentabilidad y competitividad son objetivos estratégicos.

Y para que la producción ecológica sea rentable y competitiva, el Gobierno andaluz ha incluido un total de 45 obligaciones en el proyecto de esta futura ley, como, por ejemplo, priorizar esta producción en la contratación pública y establecer bonificaciones en materia de tasas tributarias.

En concreto, se va a establecer la producción ecológica como mérito preferente en las ayudas de la Junta de Andalucía, de modo que, en concurrencia competitiva, este mérito será, al menos, el 5 por ciento de la puntuación total. Además, se va a bonificar con el 50 ciento la tasa de servicios facultativos veterinarios para las explotaciones de producción ecológica.

Se van a impulsar los recursos e iniciativas para el apoyo al desarrollo, innovación, investigación, digitalización y asesoramiento de este tipo de producciones, y se va a incrementar la información, comunicación y promoción institucional, enfocadas, sobre todo, a mejorar el conocimiento por parte de la ciudadanía y a lograr un mayor consumo.

También es fundamental avanzar en el incremento de la sostenibilidad del sistema agroalimentario andaluz, reduciendo su huella medioambiental, fomentando la economía circular y mitigando los efectos del cambio climático, cuestiones en las que trabaja la administración andaluza.

Se va, además, a fomentar el consumo de productos ecológicos en los centros dependientes de la Junta de Andalucía. En el marco de programas de consumo de frutas, hortalizas y leche de los centros educativos, se incluirá, por ejemplo, un porcentaje mínimo del 10 por ciento de productos ecológicos, considerando siempre la disponibilidad de productos en función de la temporada.

Entre otras de las medidas más relevantes del proyecto de Ley se encuentran también la creación de la Red Andaluza de Municipios con Mercados Locales Ecológicos; el fomento de la venta directa en las explotaciones y los mercados locales; o la inclusión de actuaciones específicas de la producción ecológica en los planes de promoción agroalimentaria.

En definitiva, una ley que marcará un antes y un después en el apoyo institucional a la producción ecológica en Andalucía y que está abierta a las aportaciones que realicen los distintos grupos durante la tramitación parlamentaria. Ya se han incluido el 60 por ciento de las 70 aportaciones recibidas durante los procesos de información pública y audiencia.

El compromiso de la Junta de Andalucía con el sector es inequívoco, y no sólo con esta ley. Así lo demuestran también las ayudas al asesoramiento de productores ecológicos por 4 millones de euros y las ayudas agroambientales destinadas a la producción y conversión ecológica por más de 347 millones de euros en el periodo 2023-2027.

También serán fundamentales para los cultivos ecológicos las ayudas que el Gobierno andaluz ha puesto sobre la mesa para hacer frente a dos de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el campo andaluz como son la modernización y el relevo generacional. Entre ambas ayudas se superan los 300 millones de euros, un presupuesto sin precedentes, al que han podido acceder también los productores del sector de la producción ecológica.

Otro aspecto que es clave en la producción ecológica es el relativo a la formación y a la transferencia de conocimiento. Y ahí el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) juega un papel muy importante.

Desde 2019, el Ifapa ha puesto en marcha unos 30 proyectos de investigación e innovación relacionados con sistemas de producción sostenibles, incluida la producción ecológica. Por ejemplo, en el olivar se han desarrollado algunos relacionados con la economía circular de cara a analizar, tanto de una forma técnica como económica, alternativas innovadoras de valoración de subproductos para mejorar la sostenibilidad.

Este Instituto posee una dilatada experiencia en este ámbito y ofrece desde hace años un Curso Genérico de Producción Ecológica. Además, recientemente ha incorporado al catálogo formativo una formación especializada en Horticultura Ecológica Protegida y en Olivicultura Ecológica, cursos dirigidos a titulaciones universitarias específicas.

Hablamos de importantes actividades formativas, más de 15 desde el inicio de la pasada legislatura, en las que el Ifapa ha detectado un nicho a cubrir en cuanto a la transferencia de conocimiento para muchos profesionales que conforman el sector de la producción ecológica.

Y por destacarles un proyecto reseñable, me referiré al de Formación Especializada Alpujarra Agroecológica, que viene a dar respuesta a una demanda procedente de la Alpujarra almeriense, una zona con riesgo de despoblación y agricultura en regresión que se quiere dinamizar con cultivos innovadores, como el chayote o la moringa, y con otros tradicionales, como los cultivos hortícolas o leñosos.

Es un orgullo que este proyecto haya sido galardonado recientemente con el Premio de la Agricultura Almeriense al Compromiso con la Producción Ecológica, un galardón que destaca el modelo pionero de agricultura ecológica que promueve este proyecto con la incorporación de jóvenes agricultores.

Otro asunto crucial vinculado inevitablemente a la producción ecológica es el del agua. El Gobierno andaluz apuesta por un uso eficiente y racional del agua y este tipo de producción camina, muy especialmente, en esa misma línea, ya que promueve prácticas que mejoran la calidad del suelo y su capacidad para retener agua, reduciendo la necesidad de riego y la presión sobre los recursos hídricos, escasos en nuestra comunidad.

Desde el Gobierno andaluz queremos y debemos aprovechar el auge de la producción ecológica andaluza, y eso significa, en definitiva, potenciarla con más investigación, garantías y protección al sector. Esa es nuestra hoja de ruta.

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