La opinión invitada

Hay que cuidar a los productores

  • La D. O. Montilla Moriles engloba a 17 municipios de Córdoba y 2.100 agricultores.

LA viña tiene un complemento económico y social importante en la zona Montilla-Moriles, por lo que hay que perseguir que sea un sector sostenible. De este modo, es importante que los principales representantes de la zona hagan una apuesta por cuidar a los productores y se valoren las bondades de los caldos de la zona como, por ejemplo, su fino, que es el único que se produce sin añadir alcohol. En este sentido, Asaja Córdoba tiene una participación activa en el apoyo al sector a través de su sectorial de viñedo que analiza, informa y reacciona ante lo que acontece en el marco.

Y es que en cuanto a esta campaña, la uva tinta ha disminuido un 35% respecto al año pasado y en un 50% en relación a dos campañas atrás, siendo el balance de 3,9 millones de kilos. Por su parte, la variedad autóctona Pedro Ximénez se sitúa en torno a los 38 millones.

La Denominación de Origen (D. O.) Montilla-Moriles engloba a 17 municipios de la provincia de Córdoba, 2.100 agricultores y 56 bodegas certificadas. Se cuenta aproximadamente con 6.000 hectáreas, de las que la mitad están en espaldera gracias a la mejora de las explotaciones a lo largo de estos quince años de reestructuración y reconversión del viñedo. De los nuevos retos que se plantea el Consejo Regulador, el primero es, a nivel de organización interna, mantener unidad en las decisiones, el saneamiento de deuda y la adecuación de la plantilla a las necesidades. El Consejo Regulador es un apéndice de la administración a la hora de la certificación del producto y su objetivo es conseguir la acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) pasando a ser independientes. Es importante el uso de la marca en el etiquetado, que garantiza que el producto ha pasado el checklist de la D. O. y forma parte de la Fundación para el Control de la Calidad Agroalimentaria de Andalucía (Fccaa).

Respecto al sector productor, el Consejo Regulador quiere incrementar el rendimiento máximo, asegurar la rentabilidad del cultivo, realizar un proyecto de recuperación de antiguos pagos tradicionales de la zona y la mejora de la comercialización y concienciación. En comercializador, pretende, desde la Denominación de Origen, mejorar la cadena de valor (cooperativas-bodegas), mejorar la percepción de la marca y la presentación, definición y tipificación del producto. Además, se pretende intensificar la promoción de estos caldos, teniendo en cuenta que se destina un 33% del presupuesto del Consejo Regulador para ello, yse quiere aumentar la cifra.

Desde Asaja, se valora positivamente la labor del Consejo Regulador que gestiona y distingue el producto de la zona dándole un valor añadido. De hecho, miembros de Asaja forman parte de las vocalías que integran el Pleno del mismo, siendo la única organización agraria que forma parte de él. Y es que España es una gran potencia en el sector del vino. A nivel productor, estamos en el podio, pero hay dos problemas: cada vez hay un menor consumo de vino en nuestro país y el precio medio al que se vende el vino es ridículo, muy por debajo al de otros países como Francia e Italia. Por tanto, es necesaria la recuperación de los precios.

Asimismo, hay que destacar que la cadena de valor está desequilibrada en los agricultores a nivel general, estando los insumos concentrados en un número mínimo de grandes empresas, por lo que el sector tendrá que reaccionar para que la cadena de valor tenga un flujo razonable. Para ello, habría que reforzar la posición del productor en la cadena de distribución con la creación de organizaciones de productores y de grupos cooperativos, así como favorecer la articulación sectorial a través de la Interprofesional, potenciando un correcto funcionamiento de los mercados e impulsar los instrumentos de gestión. Asimismo, es preciso la definición de un marco legal que garantice un correcto funcionamiento de los mercados y unas relaciones transparentes y honestas entre los operadores de la cadena, además de impulsar el desarrollo de instrumentos para la gestión de la volatilidad de ingresos y rentas.

Con este fin, la Organización Interprofesional del Vino en España (OIVE) se ha creado recientemente, integrándose en ella las principales organizaciones, tanto de la rama de producción, entre las que está Asaja, como de transformación y comercio, fomentando la unión vertical. Está tutelada por el Ministerio para el cumplimiento de las normas y es un buen referente ver, por ejemplo, lo bien que funciona la del aceite de oliva. Entre sus funciones, se encuentran las de velar por el adecuado funcionamiento de la cadena alimentaria y favorecer unas buenas prácticas en las relaciones entre sus socios en tanto que son partícipes de la cadena de valor. También, se centra en llevar a cabo actuaciones que permitan mejorar el conocimiento, la eficiencia y la transparencia de los mercados, en especial mediante la puesta en común de información y estudios que resulten de interés para sus socios.

Igualmente, la Interprofesional trata de desarrollar métodos e instrumentos para mejorar la calidad de los productos en todas las fases de la producción, la transformación, la comercialización y la distribución, además de promover programas de investigación y desarrollo que impulsen los procesos de innovación en su sector y que mejoren la incorporación de la tecnología, tanto a los procesos productivos como a la competitividad de los sectores implicados.

También, persigue contribuir a mejorar la coordinación de los diferentes operadores implicados en los procesos de puesta en el mercado de nuevos productos, en particular, mediante la realización de trabajos de investigación y estudios de mercado, así como promover la adopción de medidas para regular la oferta, de acuerdo con lo previsto en la normativa de competencia nacional y comunitaria.

Su función es, además, la negociación de precios cuando existan contratos obligatorios en los términos previstos en la normativa comunitaria y desarrollar métodos para controlar y racionalizar el uso de productos veterinarios y fitosanitarios y otros factores de producción, para garantizar la calidad de los productos y la protección del medio ambiente. La viña es un sector destacado en España y Córdoba, es un referente cultural y económico, por lo que entre todos tenemos que trabajar para conseguir que continúe con vida en beneficio de nuestros agricultores, nuestros pueblos y la sociedad.

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