El Ayuntamiento de Camas se ha mostrado hoy contrario a la ocupación simbólica que varios colectivos de izquierda, entre los que se encuentran la CUT y el SAT, han programado para mañana jueves, a las 11:00, en el Cortijo Gambogaz, que fue regalado por la ciudad de Sevilla al general Gonzalo Queipo de Llano en 1937 y sigue perteneciendo en la actualidad a sus herederos.

El inmueble se ubica en el término municipal de Camas, cuyo gobierno local, del PSOE, considera que, más allá del "interés" que los convocantes puedan tener en la repercusión "política y mediática" del acto, como institución no apoya la ocupación de la finca y sí apuesta por otros cauces legales para que se conozca la historia de este enclave y para que se cumpla con la ley de Memoria Histórica.

En este sentido, recuerda que el Ayuntamiento está trabajando, en colaboración con diversos colectivos para que el Cortijo Gambogaz sea inscrito en el Inventario de Lugares de Memoria Democrática de Andalucía.

Con ese fin, está en contacto con la Asociación Memoria, Libertad y Cultura Democrática, recuerda. También hay en marcha una investigación específica, que está a punto de publicarse y que será remitida en su momento a la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, para que lo revise siguiendo los trámites que fija la ley.

Además de la CUT y el SAT organiza y participará en esa ocupación de la finca, ubicada junto a la autovía Sevilla-Mérida, el colectivo Jaleo!!!, una organización que se define como marxista-leninista, independentista, internacionalista y ecologista y que forma parte del Movimiento de Liberación Nacional de Andalucía. El acto ha sido convocado como una “Acción en memoria de Blas Infante”, con el lema “tierra, libertad y soberanía para el pueblo trabajador andaluz”.

El Cortijo Gambogaz fue expropiado a un antiguo terrateniente, Ignacio Vázquez, que era conocido por sus intentos por modernizar e innovar en la agricultura de la zona y mejorar las condiciones de trabajo de los jornaleros. En 1937, junto a toda la finca, fue regalado por el entonces alcalde de Sevilla Ramón de Carranza a Gonzalo Queipo de Llano.

El lugar es una antigua alquería andalusí, con importantes restos como una torre mudéjar y una escalera perimetral que están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).