Andalucía

Cesan al capitán del ejercicio en el que murieron dos militares en Cerro Muriano

Dos policías militares en Cerro Muriano.

Dos policías militares en Cerro Muriano. / Rafael madero / EP

El Ministerio de Defensa ha decretado el cese en destino del capitán que dirigió el ejercicio en el que fallecieron ahogados dos militares el 21 de diciembre de 2023 en la Base de Cerro Muriano (Córdoba), según publica este jueves el Boletín Oficial de la Defensa (BOD).

La medida se produce tras la petición a la ministra de Defensa, Margarita Robles, por parte de los familiares de los militares fallecidos, Carlos León y Miguel Ángel Jiménez, de la suspensión en funciones de los oficiales encausados. De hecho, el abogado Luis Romero, que representa a uno de los dos militares fallecidos, remitió recientemente una carta certificada a Robles en la que realizaba 35 preguntas relacionadas con lo que denomina como la "crónica de unas muertes anunciadas".

Por otro lado, el mismo letrado denunció la semana pasada estar recibiendo "presiones intimidaciones intolerables" por parte de la jurisdicción Militar que investiga el caso, presionada a su vez por sus jefes y los abogados-militares de la Defensa". A pesar de ello, Luis Romero aseguraba en un comunicado que "seguirá informando puntualmente a los medios de comunicación sobre este procedimiento, no solamente como abogado de la acusación sino como portavoz de los padres del difunto soldado Carlos León". "Tras 33 años de ejercicio de la abogacía y más de 10.000 casos llevados en mi bufete, es la primera vez que un juzgado me advierte y me intimida por informar a la prensa", señalaba el abogado, quien advertía de que daría traslado de su escrito al juzgado togado militar 21 de Sevilla de manera inminente.

Contra este capitán, ahora apartado, así como el teniente y el sargento que dirigían aquel fatídico día las maniobras militares, la familia del cabo fallecido llegó a reclamar el encarcelamiento de estos cargos para evitar la "destrucción de posibles elementos probatorios". Lo hizo a través de su abogado a través de un escrito remitido al Tribunal Militar 21 de Sevilla, competente para la investigación mientras lo confirma la Audiencia Provincial, en el que se pide la "prisión preventiva, comunicada y sin fianza" para los tres mandos acusados de un presunto delito contra la eficacia del servicio.

Los hechos

El soldado León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar fallecieron en un ejercicio de entrenamiento durante la sexta semana de instrucción, denominado "cruce de paso de río", que comenzó a las 09:00 y que se realiza con equipamiento, aunque la actividad de los militares se había iniciado horas antes, todavía de madrugada, alrededor de las 06:00, con una práctica de topografía y otra subterránea.

Se explicaron los objetivos y la manera de llevarlos a cabo, se dieron las instrucciones, e incluso se llevó a cabo previamente una prueba fallida antes de que los efectivos entraran en el agua. Además, los soldados entraron en el agua sin chaleco para aligerar el peso, según las fuentes. Al respecto, se había dispuesto una cuerda atada a dos encinas, una especie de guía que dividía la superficie del agua por su parte más corta –la distancia entre orilla y orilla era de unos cien metros–, al tiempo que “no había línea de vida, ni ambulancia ni flotadores o salvavidas a los que poder asirse en caso de peligro”, según remarcan las fuentes, para agregar que en la balsa "no se hacía pie".

Los mandos y el resto de soldados que estaban fuera del agua fueron los primeros en socorrer a los compañeros, que pedían auxilio desde el agua, entre ellos, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Otro de los soldados fue rescatado del agua en parada cardiorrespiratoria. Le salvó la vida otro militar antes incluso de que llegara la ambulancia, al hacerle la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP). Algunos de los efectivos que iniciaron el rescate terminaron teniendo que ser a su vez rescatados y atendidos por hipotermia. El Ministerio de Defensa apartó del mando al capitán que ordenó el ejercicio horas después del suceso.

En concreto, el soldado Carlos León Rico estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército. Ya había culminado las dos primeras fases de formación en el Centro de Formación de Tropa, número 1, ubicado en Cáceres y hacía poco más de mes y medio que había llegado a la Base de Cerro Muriano para completarla en la unidad de destino.

Mientras, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar estaba casado y esperaba un hijo. Había ingresado en el Ejército en 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.

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