El Ayuntamiento de Granada instaló ayer la estatua La soledad de Francisco López Burgos tan sólo tres días después de retirar el monolito a Primo de Rivera. Fue en una actuación que ha sido un visto y no visto, pues ambas piezas han sido eliminadas de la vía pública e instaladas en apenas unas horas y a pesar de que el Consistorio adelantó que sería una "actuación difícil". Ésa fue al menos la excusa que el Gobierno del PP dio en su momento para justificar la tardanza a la hora de eliminar el homenaje a Primo de Rivera de la granadina plaza de Bibataubín, presente desde 1954, después de recibir una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) hace tres meses.

La nueva escultura, también obra del autor del monolito, premio nacional de Escultura, amaneció instalada. Ha sido cedida por la Diputación. Lo que todavía no se sabe es si el Ayuntamiento de Granada inaugurará esta pieza escultórica como ha venido haciendo con el resto de obras que decoran la ciudad, aunque parece que la polémica que envuelve a esta plaza presagian una llegada de La soledad que haga mención a su título, sin celebraciones ni confeti. PSOE, IU, y UPyD se han opuesto a su colocación. IU por ejemplo reclamó una escultura del artista granadino Enrique Morente.

El portavoz de la asociación memorialista Verdad, Justicia y Reparación, Francisco Vigueras, criticó que la escultura representa una niña en una posición sumisa rezando.

El Ayuntamiento eligió esta escultura de Francisco López Burgos que representa un homenaje a la infancia. Granada es ciudad amiga de la infancia según un título concedido por Unicef en el año 2007. El monolito será cedida a la familia de López Burgos por 50 años.