Espadas cambia de número dos y número tres
El líder del PSOE-A renueva su Ejecutiva para llenar los huecos de su portavocía en el Senado
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A Juan Espadas, que ha sido consejero de Vivienda, le ocurre como a los planes de ordenación del territorio, esos documentos de futuro tan complejos, tan cargados de neologismos y de ideas irruptoras que uno siempre duda si los redactores los confeccionan con estos artificios para que nadie los entienda, y es que la nueva Ejecutiva del líder del PSOE andaluz, a la que ha sumado un llamado gobierno alternativo, es como uno de estos tochos, un castillo de estructuras sobre megaestructuras que, en realidad, tratan de mimetizar lo nuclear: que ha cambiado al número dos y al número tres de su partido. A quien ha sido su vicesecretaria general, la jiennese Ángeles Férriz, y al secretario de Organización, el granadino Noel López. A este último le sustituye Jacinto Viedma, que es un producto del PSOE de Jaén, el más exitoso de Andalucía junto al de Sevilla.
Espadas ha intentado hacer de la necesidad virtud. Su nuevo papel en el Senado, donde ejerce de portavoz del grupo parlamentario del PSOE, lo deja casi sin tiempo para ocuparse de Andalucía sobre el terreno. La factoría Moncloa entendió que el foco mediático de la Cámara Alta le daría a su secretario regional una popularidad de la que carece y de la que él culpa al "apagón informativo" al que le someten los medios andaluces, pero el coste es muy alto, Espadas pasa muchos días en Madrid sin atender una comunidad de 8,5 millones de habitantes y de una extensión un poco menor que la de Portugal. Así que Ferraz le pidió cambios profundos en su dirección para llenar ese hueco, y lo que ha hecho Espadas es envolver lo traumático en un batiburrillo que casi nadie entiende.
Distintas fuentes del PSOE de Andalucía coincidieron en mostrar su sorpresa el pasado viernes. María Márquez, que será la nueva portavoz de la Ejecutiva andaluza y que estaba llamada a tener un papel especial en la nueva dirección compartirá cartel con un segundo portavoz, el malagueño Josele Aguilar, y una tercera que ejercerá de vocera del gobierno alternativo, la cordobesa Isabel Ambrosio. Además, Ángeles Férriz, relevada de la vicesecretaría general, seguirá siendo la portavoz en el Parlamento andaluz, con lo que la fórmula recuerda a aquella "portavocía coral" que el ex presidente José Antonio Griñán inventó sin éxito algunos.
A los cambios en la Ejecutiva ha añadido un gobierno alternativo que es, en realidad, un grupo de asesores que se estructuran "en tres comisionados y diez grandes áreas de trabajo que pueden agruparse en tres bloques de gestión". Pura jerga espadiana.
Miedo al enfrentamiento
Para un dirigente socialista con escaño propio, "Juan no se atreve a desairar a nadie, quiere contentar a todos, a Ferraz, a los secretarios generales de las provincias, esto no vale para nada, su máxima es no tener problemas". Otro diputado, si ser tan crítico, no comprende qué tipo de oposición está haciendo Juan Espadas, y señala a un hecho que no ha sido entendido en ninguna provincia: ¿Por qué nos abstuvimos a la subida de sueldo de Moreno y de los altos cargos del Gobierno? Nadie nos lo ha explicado?"
En efecto, el PSOE se abstuvo en la diputación permanente del Parlamento a este incremento salarial, a pesar de que al PP le bastaban y sobraban sus propios votos. Poco antes de esa votación, el parlamentario socialista Josele Aguilar sostuvo que su grupo se opondría a ese decreto.
Las razones por las que Espadas ha cambiado a Noel López como secretario de Organización son dos, una es el caso del secuestro de Maracena, del que ha sido exonerado, y el otro, y fundamental, es que este granadino ha distado mucho de ser el fontanero eficaz que requiere su cargo. El perfil del sustituto es bien distinto: Jacinto Viedma ha sido responsable de Organización en Jaén, es un tipo con muchos kilómetros, que ha recorrido cientos de veces las casas del pueblo de su provincia y que no tiene miedo al peligroso mundo de la vida orgánica de los partidos.
Jaén, atención a Jaén. Su secretario provincial, Francisco Reyes, es junto al sevillano Javier Fernández quienes tiene la autoridad moral en el partido, porque ganan elecciones. Del mismo pueblo que Reyes, de Bedmar, es Juan Francisco Serrano, el hombre que acompañó a Santos Cerdán durante las negociaciones de Bruselas y Ginebra con Puigdemont. Serrano acaba de ser ascendido a secretario adjunto de Organización en la dirección federal de Ferraz. El de Jaén es otro estilo, el estajanovismo aplicado al trabajo político.
Hay una jiennense, Ángeles Férriz, que deja de ser la número dos, y se queda con la portavocía del Parlamento. Aunque Jaén presume de unidad, también hay algunas brechas, y Férriz no es muy estimada por la mayoría de Paco Reyes. Aun así, una misma persona no se podía ocupar del partido y del Parlamento.
En apariencia, Espadas ha hecho una apuesta por la onubense María Márquez, que entra en la dirección regional con la misión de ser portavoz, aunque para ello ha debido de dejar la Ejecutiva de Ferraz. En el PSOE hay quien sostiene que Márquez y Juan Francisco Serrano no tenían buena sintonía, pero este medio no ha podido certificar que su salida se debe a ello. Sí ha llamado la atención que Márquez sea portavoz pero con un cargo menor en la dirección andaluza, la de secretaria de Políticas Sociales.
Márquez está llamada a ejercer sobre el terreno andaluz lo que Espadas ya no podrá, a visitar municipios y casas del pueblo, a hacer de turronera, una suerte de heraldo de una sede nómada sobre la que se han construido los partidos en Andalucía. Otra cosa será si entre tanta estructura y tantas voces, Márquez sea capaz de hacerse escuchar.
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