Griñán busca al electorado de izquierda con el fichaje de Aguilar
La nueva consejera de Obras Públicas dimite como alcaldesa de Córdoba · Valderas, Anguita, Cayo Lara y Llamazares critican a su antigua compañera · El PP llevará el caso a la Mesa de Antitransfuguismo
Rosa Aguilar dejó de ser ayer alcaldesa de Córdoba por IU después de 10 años, y esta misma mañana tomará posesión como consejera de Obras Públicas en el Gobierno socialista de José Antonio Griñán. El fichaje estrella del nuevo Ejecutivo andaluz llegó a eclipsar al propio presidente en su toma de posesión ayer en el Parlamento andaluz. Fuentes de la dirección del PSOE andaluz explicaron que la entrada de Aguilar supone un claro gesto hacia el electorado de izquierdas, con independencia de la valía que le reconocen como gestora.
El propio presidente Griñán, al ser preguntado por esta incorporación, destacó que Aguilar ha demostrado su "capacidad, su competencia y sobre todo su sensibilidad de izquierdas". "No hay que explicar las muchas razones que asisten a cualquier Gobierno de izquierdas para tenerla dentro", manifestó. Y es así, algunos dirigentes socialistas mantienen que este fichaje puede ampliar la base de votos del PSOE andaluz, que ahora gobierna con sólo tres parlamentarios por encima de la mayoría absoluta.
Poco después de su elección el miércoles en el Parlamento, José Antonio Griñán consultó a Luis Pizarro, como vicesecretario general del PSOE, cómo podría acoger el partido a Rosa Aguilar. Pizarro le auguró que, ante un fichaje de estas características, no habría muchos problemas. Y así ha sido. La incorporación de Aguilar al Gobierno sólo ha supuesto el inconveniente de desplazar al consejero de Obras Públicas, Luis García Garrido, que Griñán casi había dado por confirmado en un corrillo con periodistas. En realidad, el presidente se equivocó y citó a la Consejería de Vivienda y Obras Públicas cuando quiso referirse al titular del primero de los departamentos, Juan Espadas.
Luis García asumió su salida con buen talante, convencido de que la operación beneficia al Gobierno y a su partido. Eso sí, fue una de las personas que más abrazos recibió ayer en el acto de toma de posesión de Griñán.
Rosa Aguilar comunicó su decisión el jueves por la noche a sus concejales de Córdoba, un asunto que llevó bastantes horas, pues en el grupo municipal de IU confluyen sensibilidades muy distintas de la federación de izquierdas. Al final, decidieron que quien ha sido su mano derecha en el equipo municipal, Andrés Ocaña, será el candidato a la Alcaldía, para lo que necesitará los votos ya confirmados de los concejales socialistas. Las negociaciones a tres bandas, entre Aguilar, sus concejales y el PSOE, se prolongaron hasta altas horas de la madrugada.
Rosa Aguilar se incorpora como independiente al nuevo Gobierno, y ya ha dejado la militancia en IU. Según manifestó en Córdoba, se lo comunicó al coordinador provincial y regional de su partido y al federal, Cayo Lara, le dejó "un mensaje".
Pero si desde el PSOE, Rosa Aguilar sólo recibió elogios, todo fueron críticas desde IU. Incluso el diputado Gaspar Llamazares, uno de los más cercanos a la ex alcaldesa, manifestó que su paso a la Junta no era "leal" y lo consideraba "un error personal". El ex alcalde de Córdoba, Julio Anguita, manifestó que ahora ya está donde ya se encontraba políticamente. Y Cayo Lara dijo que "vendrán más rosas". El mayor golpe lo ha recibido el coordinador, regional, Diego Valderas, quien pidió a Griñán, en su debate de investidura, un "golpe de timón" a la izquierda para tener credibilidad. Horas más tarde, dio ese golpe, pero a su propio partido. Valderas le acusó de anteponer su "ambición personal", a lo que hasta ahora había sido su santo y seña de "coherencia y credibilidad" como era su costumbre de decir que "Córdoba, su ciudad, estaba por encima de todo".
Y el PP, por boca de su secretario general, Antonio Sanz, anunció que llevarían el caso de Rosa Aguilar a la Mesa de Antitransfuguismo.
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