José Bretón, una persona fría e impasible

El acusado escucha los relatos de todas las partes sin expresar ningún tipo de sentimiento o reacción.

Primer plano del acusado.
Primer plano del acusado.
G. N. J. Córdoba

18 de junio 2013 - 06:00

Llegar a saber o, incluso, imaginar qué pasa por la mente de José Bretón es una misión imposible. En su cara no refleja nada. Ni pena, ni rabia, ni angustia, ni nervios. Nada. A pesar de que a sus espaldas carga con la acusación de haber matado a sus dos hijos, de dos y de seis, "con alevosía", así como una pena de hasta 40 años de prisión.

Ayer, una vez más, repitió el mismo guión. Con mirada fría y distante, Bretón entró en la sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia Provincial escoltado por dos agentes y con el pelo algo más largo que en ocasiones anteriores y vistiendo pantalón azul oscuro, camisa blanca de rayas y pantalones marrones. Al tomar asiento junto a su abogado y tras quitarle los grilletes, el acusado fijó la mirada en el secretario judicial, quien se encargó de leer los escritos de acusación de todas las partes. Su rictus no cambió ni un solo segundo, casi ni llegaba a parpadear. Ni siquiera cuando el secretario judicial leía el supuesto plan que llevó a cabo para acabar con la vida de sus dos pequeños, fruto del matrimonio con Ruth Ortiz. Bretón tuvo la sangre fría de aguantar impasible las acusaciones de que sedó a los niños para quemarlos en una especie de pira funeraria que realizó con una mesa metálica y ladrillos y que echó a arder con el acopio de una cantidad importante de gasolina y leña de olivo. Tampoco gesticuló cuando se le acusaba de haber creado una coartada y haber presentado una denuncia falsa de que había perdido a Ruth y a José mientras paseaba con ellos en por el Parque Cruz Conde.

Con la única persona con la que interactuó fue con su letrado, José María Sánchez de Puerta. En un descanso, Bretón no dudó en intercambiar unas palabras con él e incluso mirar juntos algunos documentos en los que basarán su defensa. Pero, poco más se pudo ver de Bretón. Tan sólo un leve gesto, que se intuía como un asentimiento, cuando su abogado hizo alusión a los posibles problemas de varios miembros de la familia de Ruth Ortiz, en concreto de su hermana y de su ex cuñada .

Hasta ahí llegó ayer Bretón. Hoy se convertirá de nuevo en el protagonista. Es su turno para declarar, aunque todo apunta a que no moverá ni una coma de su primera declaración.

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