La Junta planea eliminar los exámenes de septiembre en los institutos
Educación
La Consejería de Educación sigue el camino de las universidades para adaptarse al Plan Bolonia
Los exámenes de septiembre pasarán a la historia en los institutos andaluces dentro de dos años. Es el plazo establecido por la Consejería de Educación y Deportes para que se implante el nuevo calendario escolar que adelanta estas pruebas extraordinarias a finales de junio. Se trata de una de las principales novedades del borrador del nuevo decreto que regula las distintas enseñanzas obligatorias y que intenta, de este modo, seguir las directrices del Plan Bolonia, aplicable en todo el sistema universitario europeo.
En concreto, esta modificación se incluye en el artículo 6 de la disposición final primera, según el cual, la evaluación ordinaria de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y para el primer curso de Bachillerato tendrá como fecha límite para su celebración el 15 de junio de cada año. Quienes necesiten acudir a la evaluación extraordinaria al no haber obtenido la calificación suficiente en algunos de los cursos de estas etapas no esperará, como hasta ahora, a después de las vacaciones estivales, sino que deberá prepararse en menos de 10 días, pues a dichas pruebas habrá de enfrentarse antes del 25 de junio.
Esto supone acabar con los exámenes de septiembre en los institutos, que se celebraban apenas una semana antes del inicio del nuevo curso. El cambio obedece a una de las condiciones necesarias para que las pruebas de Selectividad, que hasta ahora se realizaban dicho mes, se adelanten a julio, como realizan ya algunas instituciones académicas en Andalucía. Tal es el caso de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), en Sevilla, y la Universidad de Granada (UGR).
El adelanto no debe provocar ninguna confrontación política, pues en septiembre salió adelante en el Parlamento andaluz una proposición no de ley (PNL) de PP y Ciudadanos, que contó con el apoyo de Vox y Adelante Andalucía, para que se proceda al nuevo calendario de exámenes.
La directrices europeas
El cambio de septiembre a finales de junio se adapta, así, a las directrices del Plan Bolonia, que busca una mejor planificación del nuevo curso y que el alumno pueda descansar durante el verano. En algunas ocasiones, los estudiantes que se presentaban a Selectividad en septiembre se incorporan a las clases universitarias un mes después que los compañeros que han superado las pruebas en junio. Además, dicho plan busca quitar peso a los exámenes en la calificación final de la carrera y que en ésta tengan más importancia los trabajos a desarrollar cada semestre.
Esta modificación conlleva también un anticipo del curso escolar. Si en los institutos las clases se iniciaban el 15 de septiembre, a partir de 2021 lo hará el 9, seis días antes. En los colegios también se producirá este adelanto, si finalmente el decreto se aprueba. El comienzo será el 7 de septiembre, tres jornadas antes que la fecha fijada ahora.
En este punto conviene recordar que ya en 2009 la Junta de Andalucía, entonces gobernada por el PSOE, intentó que éste fuera el primer día lectivo. Hasta aquel año los alumnos entraban en los colegios el 15 de septiembre. La oposición de los sindicatos docentes evitó este adelanto, por lo que finalmente el arranque de las clases se estableció el día 10.
Sindicatos como ANPE ya han mostrado su disconformidad con el nuevo calendario escolar, al considerar que "carece de sustento pedagógico" y "por incidir negativamente en las tareas de planificación inicial de la actividad docente en los centros escolares". "La anticipación temporal del comienzo de las clases no es ni solución a los problemas de conciliación de las familias ni factor determinante sobre la calidad de la enseñanza", argumentan en un comunicado.
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