El consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha reclamado este martes a la ministra de Sanidad, Mónica García, más "rigor y seriedad" y menos "imposición" e "improvisación" ante el debate sobre el uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros de salud o en relación con las autobajas ante enfermedades de carácter leve.

En una entrevista con Canal Sur TV, Sanz ha manifestado que las comunidades autónomas, incluidas las del PSOE, dijeron ayer a la ministra, en la reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que las cosas "no se pueden hacer" como ella las está haciendo y que, previamente, como ya ocurría en la época de la pandemia del Covid-19, se tendrían que haber reunido la Ponencia de Alertas, donde están los expertos y técnicos, y la Comisión de Salud Pública para abordar el debate sobre las mascarillas.

El consejero de la Presidencia ha indicado que ninguna comunidad, salvo Cataluña, siguió ayer a las ministra en su planteamiento. Una decisión de este tipo, según ha apuntado, tiene que estar basada en criterios técnicos y "no políticos" y tampoco es cosa de las "redes sociales" de la ministra. "Es muy poco seria la manera de trabajar de la ministra", según ha manifestado el consejero andaluz, quien ha insistido en denunciar la "falta de diálogo y la improvisación".

Respecto al planteamiento de Mónica García sobre las autobajas, ha manifestado que estamos ante otra "improvisación de titulares". "Debería ser un poquito más prudente", según ha señalado Sanz, recordando que una baja es un acto administrativo que tiene que estar avalado por un médico.

Ha criticado que la ministra lance esa propuesta y ahora diga que la tiene que negociar con los empresarios y sindicatos: "Es una manera de hacer política poco seria; se necesita más seriedad y rigor y menos soberbia".

La ministra defiende la medida

Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado que la decisión de su departamento de implantar este miércoles el uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros sanitarios se debe a su intención de "arrimar el hombro" y prestar ayuda a las comunidades autónomas que ya han impuesto las mascarillas en los hospitales y centros de salud.

García ha puntualizado, en declaraciones a Antena 3, que su departamento va a esperar las 48 horas concedidas este lunes a las comunidades autónomas para presentar alegaciones, pero que se implanta esta medida apoyándose del artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que permite la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública, para "dar cobertura legal a las comunidades que ya han impuesto las mascarillas en sus centros sanitarios".

"Más allá de las sobreactuaciones particulares -ha argumentado frente a las críticas expresadas por distintos consejeros al término del Consejo Interterritorial del lunes-, hay comunidades de diferente color político que ya han puesto esa medida porque consideran que es una medida eficaz la mascarilla, y le pediría los consejeros que han salido a criticar la medida que primero piensen en los ciudadanos".

En cualquier caso, ha asegurado que se trata de una medida transitoria. "Nos quedan dos o tres semanas para llegar hasta el pico, con unas incidencias altas, con comunidades que están en 1.700 o 1.500 casos y desde el ministerio queremos básicamente unificar los criterios".

Pero ha insistido en que no es una ocurrencia, sino que es una medida avalada por sociedades científicas y la ciencia, es la mejor para contener un momento de pico de gripe que en la última semana de se ha disparado y ha tensionado el sistema sanitario". "El Ministerio no va a asumir que después de una pandemia volvamos a tener las mismas imágenes de tensión en la sanidad que en la pandemia con una gripe que sabemos cuando y como llega y tenemos información", ha razonado.

Además, ha subrayado que los propios ciudadanos, que lo que necesitan es que se "unifiquen criterios", ya están aplicando la medida del uso de mascarilla "a pesar de que no haya obligación porque es de sentido común. Tiene que ver con lo que hemos aprendido en la pandemia", ha aspostillado.