El Gobierno de Gran Bretaña criticó ayer enérgicamente a las autoridades españolas por la supuesta detención de dos gibraltareños en las aguas que rodean el Peñón, en un episodio que una alta fuente oficial clasificó como "intolerable e ilegal".

El ministro británico de Asuntos Europeos, David Lidington, dijo sentirse "consternado por el comportamiento infame de la Guardia Civil española", a la que acusó de detener a los dos ciudadanos "en aguas territoriales de Gibraltar y posteriormente transferirlos a España el pasado viernes".

"El Gobierno dejará claro a España que este tipo de acciones, por parte de una fuerza responsable por aplicar la ley en un socio de la Unión Europea y un aliado de la OTAN, es intolerable e ilegal", alertó el funcionario británico.

De acuerdo con una declaración del Gobierno británico, la Guardia Civil española interceptó a un barco de pesca deportiva cuando se encontraba a escasos 200 metros de la costa. Los dos fueron transferidos a Algeciras antes de ser liberados.

Este nuevo episodio eleva la tensión entre el Reino Unido y España, que a nivel local tiene forma de conflicto pesquero entre el Gobierno gibraltareño y las flotas de La Línea y Algeciras.

Precisamente ayer, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce (PP), expresó su deseo de que el conflicto que afecta a los pescadores de La Línea y Algeciras que habitualmente faenan en las aguas que rodean Gibraltar tenga una "pronta solución", máxime cuando sólo quedan unos días para que finalice el plazo que dieron a la comisión técnica creada a tal efecto.

A través de un comunicado, Landaluce recordó que "entramos en una semana crucial para todas las partes de cara a una solución a un problema que está afectando a las relaciones entre los territorios a ambos lados de la Verja, pero que afecta principalmente a muchas familias cuyo sustento depende de la actividad pesquera en esa zona marítima".

"La ausencia de esta solución sólo sirve para que se produzcan perjuicios y situaciones molestas en cuanto a la convivencia entre ambos territorios, una cuestión que, estoy convencido, no desea ninguna de las partes implicadas en este asunto", aseguró el primer edil.

Añadió que, por tanto, "estamos todos en la búsqueda de un acuerdo digno y eficaz" que permita a los pescadores volver al estatus que se generó tras el acuerdo de 1999, gracias al cual los pescadores faenan en la zona, al margen de los diferentes puntos de vista entre los Gobiernos de España y el Reino Unido sobre su jurisdicción.

Y es que, según Landaluce, cada uno desde su ámbito de responsabilidad, "debemos asumir el papel que nos toca por lo que nos afecta, unos como mediadores en el conflicto y otros serán quienes deban abordar una resolución a un asunto que ya se está alargando demasiado en el tiempo sin tener en consideración la grave situación que están atravesando unas 400 familias".

A su juicio, Madrid, Londres, Campo y Gibraltar "deben apartar, por el bien de sus respectivas sociedades, cualquier debate al margen de este conflicto concreto, porque deben ser los primeros interesados en hallar un final que favorezca a todos, empezando por la flota pesquera que ha faenado en esta zona y que ahora, por una decisión unilateral, se le está impidiendo realizar su trabajo", puntualizó.

Por último, el regidor algecireño insistió en que sigue a la entera disposición del ministro principal de Gibraltar, el socialista Fabian Picardo, para, "en esa línea de diálogo y cooperación, establecer los criterios que permitan la vuelta a la actividad en esa zona de los pescadores españoles".

Los pescadores de La Línea y Algeciras llevan meses sin poder faenar con normalidad en las aguas que rodean el Peñón, tras la ruptura por parte de las autoridades gibraltareñas del acuerdo pesquero de 1999. Hasta la fecha se han producido varios encuentros de la comisión técnica pero por ahora no hay una solución.