Andalucía

Noches tropicales y tórridas: qué son y en qué se diferencian

Conciliar el sueño es misión casi imposible en las noches tropicales.

Conciliar el sueño es misión casi imposible en las noches tropicales. / Annie Spratt

Solo llevamos un tercio del verano y ya estamos sufriendo la tercera ola de calor de la temporada. Noches en las que parece imposible conciliar el sueño, un aire asfixiante que recorre cada rincón de la ciudad desde primera hora del día y temperaturas dignas del desierto del Sahara. De esto en Andalucía sabemos mucho, pero ¿sabes qué son las noches tropicales y por qué se producen?

Según explican en la AEMET, una noche tropical es aquella en la que la temperatura no baja de los 20 grados. Otro término que comienza a usarse cada vez con más frecuencia es el de noche tórrida, que es aquella en la que la temperatura es superior a los 25 grados.

A pesar de que la fama la tienen ciudades como Córdoba o Sevilla, según explica el meteorólogo José Miguel Viñas, "de todas las capitales andaluzas, Almería ocupa el primer lugar del ranking, con una media de las mínimas de 20,8 grados en julio y de 21,6 en agosto; unos valores prácticamente iguales a los de Melilla".

¿El cambio climático tiene la culpa?

De lo que no hay duda es que Andalucía es, en toda la península, la comunidad con más noches calurosas en verano. Y, si te has fijado, cada vez son más las noches en las que es imposible dormir debido al bochorno. Y es que el cambio climático tiene mucho que ver en la variación de las temperaturas, pero no es la única razón que nos lleva a sufrir cada vez de más noches tropicales y tórridas.

Por su parte, José ángel Mora, meteorólogo de la AEMET explica que, "el propio crecimiento de la isla de calor de las grandes ciudades también ha contribuido de forma notable al incremento del número de noches tropicales".

Esta isla de calor se debe a "la estructura de la ciudad que impide la libre circulación de aire, así como los materiales que componen la estructura urbana, el asfalto, el tráfico, los edificios, aspectos que contribuyen a una mayor concentración del calor en el centro de la ciudad durante el día, calor que luego resulta más difícil disipar a lo largo de la noche.

Además, los materiales de construcción de la ciudad evacuan muy rápido la humedad y no se puede producir el típico enfriamiento por evaporación en zonas de huerta fuera de la ciudad donde abunda la vegetación", indica el experto.

Los pronósticos no son nada halagüeños, ya que según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología sobre el cambio climático en España,” el número de noches tropicales aumentará un 30% hasta final de siglo, sobre todo al final de la primavera y al principio del otoño. Y es desde hace 75 años hasta hoy, la cifra de noches cálidas se ha multiplicado por cuatro”.

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