José Antonio Griñán. presidente de la Junta

"El Presupuesto es de resistencia en la medida en que no somos insumisos"

-Acaba de enviar el anteproyecto de Presupuestos de la Junta de 2013 al Parlamento. Ha conseguido, a pesar de ser muy difíciles, contar con el apoyo de IU. ¿Hay Gobierno de coalición para rato?

-Esto es una historia bonita. Primero dijeron que íbamos a perder las elecciones de una manera clamorosa, que nos tendríamos que ir del Gobierno; después se dijo que era imposible el pacto con IU, y lo tercero, que éste sería efímero. Y ahí seguimos. Y, después, que el Presupuesto sería imposible. Pues ahí está.

-¿Hay Gobierno, por tanto, para rato?

-Ésa es mi voluntad. Lo que le he recordado son cuatro acontecimientos que se han escrito, y que han desembocado en todo lo contrario.

-¿Qué le parece que los consejeros de IU vayan a ir a la huelga general el 14-N e, incluso, que participen en los piquetes ese día?

-Son dos asuntos diferentes. Los consejeros apoyan la huelga, pero los servicios mínimos de un consejero son del cien por ciento.

-No van a ir a la huelga, por tanto.

-Le digo que los servicios mínimos son del cien por ciento. Si hay cualquier cosa que ocurra en una carretera o en su ámbito de competencias, es que no tienen descanso. Como servidores públicos no tienen descanso durante las 24 horas, como no las tengo yo. Y sobre los piquetes, es que no sé si van a ir.

-Es que IU ha declarado que sí deben estar.

-No soy partidario.

-¿Y usted tendrá agenda institucional?

-Claro, pero no voy a ir a empresas donde hay trabajadores que pueden ir a la huelga, ¿no?

-Un Gobierno autonómico tiene escaso margen de maniobra. Casi no puede hacer política económica: el déficit está fijado; la capacidad de endeudamiento, también; la potencia recaudatoria es baja. Hasta España carece de instrumentos de política monetaria. El Presupuesto de la Junta es casi de cuidados paliativos. Su consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, los ha calificado como de resistencia.

-Resistencia en la medida en que no somos insumisos. Usted dice que no hay margen para la política económica en Andalucía, pero para lo que yo estoy viendo en España… Sí tienen maniobra, es que la política económica no es contabilidad y no es sólo reducción de gasto público. No sólo lo digo yo, lo dicen premios Nobel, lo dice el FMI. Pero dicho esto, en Andalucía tenemos problemas, y ustedes lo saben: primero, hay un escandaloso reparto del déficit entre la Administración central y las comunidades autónomas; segundo, el modo de aplicar el modelo de financiación supone 1.000 millones de euros menos para Andalucía todos los años; tercero, no se puede fijar el déficit en función del PIB regional porque el modelo de financiación no se basa en el PIB; cuarto, el fondo de compensación ha caído estrepitosamente; quinto, las transferencias finalistas han caído mucho más. Es que, además, el trato del Presupuesto del Estado con Andalucía es lesivo, y he leído que Cataluña, y espero que no se confirme, va recibir del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) más de 4.000 millones de euros, y debe más del doble que Andalucía. ¿Esto es un principio de algo? ¿Significa que quien más debe va a tener más apoyo de liquidez?

-No hay margen, entonces.

-Lo que le pido a Madrid, y lo va a mejorar, es que tenga un objetivo claro: hay que aumentar el plazo de consolidación fiscal, porque lo que no puede ocurrir es que Alemania diga ahora que lo que se aprobó en junio ya no vale. ¿Eso cómo es? Oiga, que aquí hay 47 millones de españoles, franceses, italianos. Si usted no cumple, relaje el plazo de consolidación fiscal. Pero para eso el Gobierno debe reconocer que el camino que está siguiendo la UE es un horror, y debe enfrentarse a este asunto. Digamos las cosas claras: España no va a cumplir con esos plazos mientras el BCE y Alemania no hagan sus deberes.

-Pero, al final, habrá un momento en que el ciudadano no distinga entre la Junta, el Gobierno de Madrid o el de la Unión Europea. Y, quizás, de ahí venga la desafección hacia la política.

-Para eso están nuestros programas específicos en el Presupuesto. En empleo, en sanidad, en educación, en ayudas a las víctimas de las crisis; ahí está la diferencia, esa otra sensibilidad, lo que ocurre es que cinco años de crisis son muchos y que, por tanto, algo se deberá está haciendo mal.

-El Presupuesto recoge un importante descenso de las transferencias a las empresas públicas de la Junta. ¿Eso se traducirá en menos empleo, en gente que salga? No parece que las reducciones de sueldo den para tanto.

-Depende de la negociación colectiva en cada una de las empresas. En principio, no. No tienen por qué salir. También se pueden hacer ahorros en otros conceptos.

-Pero un 11% de caída de transferencias, como hay casos, es mucho.

-Depende de cómo se mire. Hay que negociarlo. Yo estoy convencido de que se puede hacer mediante la negociación; ha pasado aquí, en la Administración, donde no hemos despedido a nadie.

-Bueno, ha salido mucha gente del sector educativo, de la sanidad incluso y de algunas empresas públicas.

-No, no hemos despedido a nadie, no se han renovado contratos, que no es lo mismo. Nuestro objetivo es cumplir el programa sin despidos, y ahora los gestores tienen que negociarlo.

-¿La Junta deberá estar haciendo algo mal para que el desempleo llegue al 35%?

-Responsabilidad, toda. Estaremos haciendo algunas cosas mal, y otras bien. Va mal el paro en toda España, pero el hecho diferencial de Andalucía es que desde el año 2000 hay 1.200.000 andaluces más, y los vascos son los mismos, y los gallegos son los mismos… Quiero decir que no aumenta su población, mientras la nuestra sí, crece nuestra población activa. De cara al futuro, una zona con población tiene más posibilidades, porque ahora el problema de Europa es demográfico.

-¿Quiere decir que el aumento de la población activa es el factor esencial que nos da ese 35% de desempleo?

-Ese porcentaje es muy alto, que no lo niego. La Junta puede estar haciendo mal las cosas, teniendo en cuenta que el que crea el empleo es el sector privado. Y no se pinchó la burbuja inmobiliaria, pero el primero que avisó a las cajas de ahorros en el año 2006 de la desmesurada concentración de créditos en ese sector fui yo.

-¿En sus cálculos entra la opción de convocar a las urnas, ir a unas elecciones si tiene que seguir recortando por las políticas de déficit, de tal modo que sea el electorado el que se manifieste?

-Comprenderá que ésa es una pregunta que ningún político sensato se la contestaría. Si un político cuenta sus planes sobre las elecciones, es que no es político, es un irresponsable. Es una facultad que se puede ejercer, pero mi pensamiento es concluir la legislatura con un Gobierno estable, pero las circunstancias mandarán.

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