La comparecencia en el Parlamento de la consejera de Salud, Catalina García, para explicar el incremento de las listas de espera en Andalucía, deparó pocas novedades. La responsable del Ejecutivo insistió en que “el sistema funciona”, ya que a su juicio se han llevado a cabo más atenciones que nunca y culpó tanto a la pandemia como, especialmente a la falta de médicos y a la herencia recibida de los gobierno socialistas de la actual situación. La oposición en pleno criticó lo que calificaron como “nefasta gestión” y pidieron responsabilidades a la titular de la Consejería.

García detalló el aumento de la “demanda asistencial creciente” como uno de los factores determinantes para el aumento de las listas de espera, en el que también influye uno de sus argumentos recurrentes, es decir, “la falta de profesionales”, algo que calificó como “un problema endémico que afecta a todas las comunidades autónomas”. La consejera detalló también las medidas que se van a poner en funcionamiento para corregir una tendencia que ha llevado a Andalucía a superar el millón de pacientes en espera de operarse o de ser atendidos por un especialista.

La apertura de quirófanos en horas vespertinas y en días festivos, propició que “hasta el mes de octubre se hayan hecho más de 1,8 millones de horas extras y se llegarán a los 2,5 millones antes de que acabe el año. Para ello se destinará un montante de 128 millones de euros, a los que hay que añadir los 20 millones más para autoconciertos”. El resto de su intervención, además de alusiones a la amnistía, se dedicó a glosar una gestión que, a su juicio, tiene notables diferencias con la etapa socialista “que no incluía a los pacientes en las listas de espera a no ser de que reclamaran”.

La portavoz del PSOE en el Parlamento, Ángeles Férriz, recordó las constantes negativas –hasta 13– de celebrar un debate general sobre sanidad para recordar dos de las afirmaciones realizadas por la consejera desde que se conocieran los datos de las listas de espera, como fueron la de que “la sanidad funciona como nunca” o el cartel que un distrito sanitario de Huelva en el que se compararon “las colas de los médicos con las que se hacen para comprar una tortilla de patatas”. Férriz calificó ambas actitudes como “una auténtica indecencia política”, una “desvergüenza”, fruto de “haber colocado a auténticos incompetentes en cargos del Sistema Andaluz de Salud (SAS)”. La representante socialista también animó a la consejera, a la que discutió las cifras facilitadas que a su juicio son “todavía peores”, a “mirar a la cara a los pacientes y a sus familias (de los que dio varios ejemplos) cuando esperan meses para ser atendidos”.

“Resuelva esto o deje paso a alguien que sepa hacerlo”. Fue el final de la intervención de la portavoz adjunta de Adelante Andalucía, Maribel Mora, quien criticó las malas condiciones en las que se desarrolla el trabajo de los profesionales sanitarios que “han hecho frente a varios planes de choque para acabar con las listas de espera que, a la vista está, no han funcionado”.

Algo similar expuso la portavoz de Por Andalucía. Inma Nieto sumó las cantidades que se han destinado a distintos conciertos con la sanidad privada “que totalizan hasta 1.815 millones de euros (una cifra que fue desmentida por la consejera en la réplica) y que dado que las listas de esperan han crecido, es una buena prueba de lo que le decimos desde hace tiempo, que por ahí no es”.

Por su parte, la parlamentario de Vox, Ana María Ruíz Vázquez, reclamó a la consejera que “haga algo para que los más de 7.000 profesionales que se fueron de Andalucía, regresen con mejores condiciones laborales” y también coincidió con el resto de grupos en apuntar directamente a la “nefasta gestión del SAS” como la principal responsable del aumento de las listas de espera”.

Por último el parlamentario popular Francisco Javier Oblaré, defendió la gestión de la Consejería –para lo que recurrió a una parodia de la serie Cuéntame como pasó o a una edición de hace años de los Carnavales de Cádiz– y se apuntó a la tesis de la herencia recibida de gobiernos socialistas “donde se escondieron a medio millón de pacientes en los cajones” o “a las deudas que hemos tenido que afrontar desde este gobierno por conciertos que no se pagaban”.