'La Sexta noche' de 'Saber y ganar'

Soy muy impulsiva y pierdo las formas cuando me enfado", aparecía en un rótulo de Canal Sur. Pero eso era en Gente maravillosa, una maravilla pública. Es lo que ofrecía la cadena autonómica pocos minutos después de que arrancara pasado el mediodía el debate de las primarias. El primer canal de la RTVA mantuvo su programación pese al desafío de Susana Díaz en Madrid, que pasó al escondido Andalucía TV.

Ni Telecinco, con sus tronistas; ni Antena 3, con los jamones de Arguiñano, alteraron sus parrillas mientras La 1 debatía, pero sobre los malajes de Masterchef. El tiroteo en Ferraz se había macerado en los matinales y desayunos como un combate de boxeo pero también se relegó en TVE por los escondrijos de la TDT, en el canal 24 Horas. El encuentro a tres lo ofrecieron en directo las cadenas bronquistas, más periodismo, La Sexta y Cuatro, aunque se marchaban a publicidad en cuanto Patxi López se ponía de puntillas. García Ferreras se quejaba al final del mortecino ritmo en la realización de la señal que servía este afilado partido dialéctico, que ocultaba los momentos de la trastienda tras una exposición fija de cada ponente. Ahí estaba un reportero de La Sexta retransmitiendo por el móvil los instantes de intimidad de los candidatos en el intermedio, escenas clamadas con forofismo por el de Al rojo vivo, que en realidad pedía espectáculo, con su Pastor cerca. Todo con textura de cadena local analógica. José Miguel Contreras era el contertulio que aportaba la sabiduría internacional a este programa, de radio, vivo.

Los tres candidatos se peleaban entre ellos, con inquina entre Susana y Pedro, ya lo sabíamos, pero también se peleaban contra su cámara, entre mirar de frente o de perfil. En algunas ocasiones los polemistas daban su peor imagen, con los ojos dispersos. Estaba siendo un mediodía para carismas superiores. ZP y FG habrían estado en su salsa, por encima de estas peleas de La Sexta Noche, espíritu con el que planteaban los candidatos este duelo a puntapiés.

Entre tanto cronómetro a los intervinientes les salió la tensa cara de rosco de Pasapalabra. Con la "p", nombre del partido que ustedes saben. La de Triana tenía más fácil su elección por la vestimenta roja, una opción textil que hubiera sido chirriante para sus rivales masculinos. Patxi, formal, no se cambió de chaqueta. Pedro se quedó con la camisa nueva. Blanca, disipándose con el telón. Con el fondo de una franja blanca entre dos rojas y logotipo a la izquierda de cada busto de cara al espectador, los participantes se dispusieron en sendos aparatosos pupitres de tonos rosados. Podían ser unos atriles o también unos búnkeres, disparando hemerotecas. López, Manelnavarro, emparedado en el centro, y Susana a la izquierda. Sánchez, a diestro y siniestro. Tres concursantes a la voz de Juanjo Cardenal, una Carmen del Riego de Mejuto González, pero en amable. Ante el sándwich donde andaba metido era también previsible que Patxi sacara el cuello con la daga y la apelación a las raíces.

La mejor frase de este Saber y ganar de dos horas corrió por su cuenta: "¿sabes lo qué es una nación?", dirigida a Pedro, al filo del lío. El vasco se traía la respuesta escrita desde casa. Con el cupo. Jordi Hurtado se habría sentido en este Ferraz de Hollywood como en su casa. ¿A quién le dirige la pregunta?

La Sexta Noticias y Noticias Cuatro enlazaban con la resaca de la pelea en directo. Entre sumas y divisiones, el PSOE presentó con el debate de las primarias un sano espíritu de debate y disensión, pero a este ritmo los socialistas se van a morir de un exceso de salud democrática.