Valderas rechaza la reforma local de Montoro y amenaza con acudir al TC

La reforma local tiene todos los visos de aterrizar en el Tribunal Constitucional (TC). El recurso lo pilotarán Andalucía, Cataluña, Canarias y Asturias. Sus gobiernos rechazan el proyecto diseñado por el ministro Cristóbal Montoro, al que anunciaron que si el Gobierno de Mariano Rajoy no rectifica, acudirán al TC. Su oposición quedó ayer de manifiesto en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado. Hasta el apoyo de las regiones gobernadas por los populares guarda sus matices: los barones territoriales del PP condicionan su adhesión a reforma con "algunos ajustes y más financiación".

La aversión de la Junta -representada por el vicepresidente Diego Valderas- se fundamenta al considerar que se trata de "un recorte en democracia y una invasión de las competencias autonómicas", denunció el número dos del Ejecutivo andaluz en su intervención. Valderas pidió a Montoro que explique cómo va a pagar los servicios que pretende transferir a las comunidades autónomas.

"Esto llevaría a la comunidad andaluza, dada las serias deudas que plantea la redacción actual de la norma, a plantear un recurso de inconstitucionalidad por atentar contra el principio de autonomía local" y por intromisión en las competencias propias de Andalucía", advirtió Valderas. El vicepresidente reivindicó que dentro de la arquitectura política del Estado y de la comunidad autónoma "los ayuntamientos jueguen un papel especial y, en concreto, los de menos de 20.000 habitantes, que serán los más afectados por una ley que no sólo va a limitar sus competencias sino su futuro".

Montoro expresó la voluntad del Gobierno de mejorar y modular el contenido de la reforma local y apostó por "tratar de aunar todas las voluntades", al considerar que las "divergencias" también enriquecen. El ministro dijo que el Senado es una Cámara de "segundas oportunidades" para buscar acuerdos y en la que merece "la pena pulir discrepancias". Según Montoro,la reforma no se acaba con su aprobación definitiva por las Cortes, ya que habrá que observar su "operatividad práctica".

Finalmente, el PP se quedó solo en el Senado a la hora de aprobar su informe que refrenda que la reforma respeta la autonomía de las comunidades, contra el criterio del resto de grupos de la Cámara Alta.