Los beneficiarios de la renta mínima andaluza se reducen un 72% en cuatro años
Las familias con escasos recursos sustituyen la ayuda andaluza por el Ingreso Mínimo Vital
En enero de 2024 eran ya 703.803 personas las beneficiarias de la prestación estatal
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La historia de Andalucía ha sido una historia pegada a la pobreza. Entre tres y cuatro niños de cada diez viven en condiciones de extrema pobreza, según los cálculos de la asociación Save The Children. La creación de una renta universal para las familias con menos recursos nació en Andalucía hace cerca de una década con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de unos ciudadanos que eran objeto de investigadores sociales de todo el mundo. La denominada Renta Mínima de Inserción Social Andaluza registró 33.721 beneficiarios en 2020. Esa cifra no ha dejado de descender año tras año hasta alcanzar las 9.424 de 2023. Estos datos, recogidos en un informe del Consejo Económico y Social, suponen una reducción del 72% de los beneficiarios en cuatro años.
La bajada del número de andaluces que percibe la renta mínima no está causada por la bonanza económica o la creación de empleo. La razón es sencilla. El Gobierno central dio curso desde 2020 a una renta de carácter estatal, el llamado Ingreso Mínimo Vital, que en el caso de Andalucía es incompatible con la ayuda autonómica. Lo que ha sucedido es un trasvase. Los andaluces que sufren escasez de recursos llevan cuatro años abandonando el sistema de prestación andaluz y sumándose al estatal. Y en el mismo periodo en que los beneficiarios de la renta andaluza disminuyeron en 24.297 personas, los receptores del ingreso estatal se situaron en las 703.803, según señalan las estadísticas acumuladas de la Seguridad Social.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) certifica en el último informe sobre el Ingreso Mínimo Vital que los programas de rentas autonómicas muestran una "tendencia claramente decreciente" o "prácticamente han desaparecido" no solamente en Andalucía sino también en las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Extremadura, La Rioja, Baleares y Aragón.
La existencia de estas dos ayudas ha creado un solapamiento no del todo resuelto en un importante número de administraciones autonómicas. En el caso de Andalucía, las personas que reciben el ingreso mínimo estatal pueden percibir además la llamada ayuda complementaria autonómica, que es, según informa la Junta de Andalucía, una cantidad económica extraordinaria dirigida a las familias que, aun siendo perceptoras del Ingreso Mínimo Vital, no pueden hacer frente a las "necesidades de subsistencia a corto plazo". La cuantía media que recibe un beneficiario andaluz del Ingreso Mínimo Vital es de 503 euros.
Que la bajada del número de beneficiarios en Andalucía haya sido del 72%, un porcentaje sensiblemente mayor que en la media de las comunidades autónomas (34%), una bajada que se ha compensado con los receptores del Ingreso Mínimo Vital, lo interpreta la asociación Save The Children en un informe de 2024 por abarcar los criterios de la renta estatal "mayores segmentos de la población en situación de pobreza".
La renta mínima andaluza está dirigida en términos generales a personas de entre 25 y 64 años, aunque si hay menores a cargo la edad mínima de los receptores puede reducirse a los 16 años. Los beneficiarios en Andalucía han de ser unidades familiares cuyas personas tengan "vecindad administrativa en Andalucía" que incluya una antigüedad determinada, se encuentren en situación de pobreza, exclusión social o riesgo de estarlo, entre otros requisitos.
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