En el año 2020 la brusca parada de la actividad mundial con motivo de la pandemia de coronavirus provocó que se diera una importante mejora de la calidad del aire en España, con una reducción de la contaminación que se ha mantenido en buena medida en 2021. Los confinamientos, cierres perimetrales y la reducción del transporte, así como una menor actividad económica, provocaron que los datos detectados por los sistemas de medición de la Junta de Andalucía fueran mejores que los de la década anterior. Pese a ello, denuncia Ecologistas en Acción, la totalidad de la población andaluza sigue respirando aire contaminado, con los distintos contaminantes superando los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud para la protección de la salud humana. "Aire insalubre" en sus palabras.

Ecologistas ha presentado este lunes su informe sobre La calidad del aire en el estado español 2021, basado en los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición, 108 de ellas en Andalucía. En él advierte que la reducción que ha supuesto el freno a la actividad y desplazamientos de la pandemia no es suficiente y que, además, es coyuntural.

El control de la contaminación atmosférica cuenta con unos límites y valores objetivo legales marcados por la Directiva 2008/50/CE y el Real Decreto 102/2011 para "evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente". Ese es el marco legal que rige en España y sobre esos valores se ha constatado una importante reducción. Pero la Organización Mundial de la Salud revisó en 2021 sus directrices sobre la calidad del aire, marcando los niveles a partir de los cuales se considera que la contaminación es perjudicial para la salud, unos valores que son mucho más estrictos. Y al comparar los datos recopilados se constata, una vez más, que la presencia de contaminantes sobrepasa con mucho las recomendaciones de la OMS.

Así, en cuanto al ozono, cuyo exceso puede causar problemas respiratorios y dar lugar a enfermedades pulmonares, las superaciones del valor objetivo legal se redujeron en un 62% respecto al promedio del periodo 2012-2019, siendo las registradas en 2021 las más bajas de la última década, salvo en la aglomeración de Málaga y la Bahía de Cádiz. La mejoría de la situación fue "notable" en las zonas industriales de Bailén, Carboneras, Huelva y Puente Nuevo (con sus centrales termoeléctricas de carbón cerradas) y en la aglomeración de Granada, con una reducción del número de días por encima del objetivo legal de más del 70%. Pero un tercio de las estaciones andaluzas que miden este contaminante registraron superaciones de la guía OMS en más de 75 días. Y la casi totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Andalucía "continuaron estando expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación".

Evolución de la calidad del aire en Andalucía

La concentración media de partículas PM 2,5 descendió en Andalucía un 33% respecto a la del periodo 2012-2019, marcando el mínimo de la última década y ninguna estación superó el valor límite anual vigente. Más modesto fue el descenso de los niveles de partículas PM10, el 9% respecto al periodo 2012-2019, debido a una mayor frecuencia de los episodios de intrusión de polvo africano, pese a los cuales las PM10 también registraron su nivel más bajo después de 2020. Sin embargo, la mayoría de las estaciones de las redes de medición continuaron sobrepasando los valores recomendados por la OMS para las partículas en suspensión, consideradas un grave problema para la salud de los ciudadanos y que en el caso de las PM2,5 penetran en el aparato respiratorio. 

Los territorios donde se alcanzaron los peores registros de partículas PM10 y PM2,5 fueron Bailén, el área metropolitana de Granada y Villanueva del Arzobispo; también destacan en negativo el puerto de Almería, el de Motril y el de Carboneras. Los ecologistas advierten asimismo del bajo porcentaje de captura de datos para estos contaminantes.

La intensidad del tráfico motorizado en torno a Granada volvió a dejar los peores registros de dióxido de nitrógeno de la comunidad, aunque en conjunto, la reducción media de los niveles NO2 en Andalucía durante 2021 fue del 24% de la concentración del periodo 2012-2019. No obstante, la mayoría de las estaciones de las zonas industriales de Algeciras, Bailén y Huelva y de las aglomeraciones de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla excedieron las nuevas guías diaria y anual de la OMS, registrando las peores situaciones en las cuatro últimas, estaciones que miden el efecto del tráfico.

El dióxido de azufre (SO2) afectó principalmente a los territorios que soportan una intensa actividad industrial, aunque con mucha menor frecuencia y alcance territorial que en años anteriores, en buena medida por el aumento del valor diario recomendado por la OMS, de 20 a 40 μg/m3. Así, solo las zonas industriales de la Bahía de Algeciras y de Huelva registraron unas pocas superaciones.

30.000 muertes prematuras

Desde Ecologistas en Acción se recuerda que cada año se registran hasta 30.000 muertes prematuras en el Estado español por afecciones derivadas de la contaminación del aire, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Según el Instituto de Salud Carlos III, 10.000 de ellas fallecen en episodios de alta contaminación. "La mejora de la situación en 2021 es en este sentido una excelente noticia", remarca la entidad.

Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

Los ecologistas remarcan que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero "en muchos casos no existen y en otros son inefectivos por falta de voluntad política". 

Para la organización, "la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, designar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Mediterráneo, y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas".