Las urgencias pediátricas se encuentran al límite. Un brote de bronquiolitis, una enfermedad respiratoria que afecta a niños menores de dos años causada fundamentalmente por el virus respiratorio sincitial (VRS), y principal motivo de hospitalización en pediatría, que afecta a todo el país y que también está teniendo su impacto en los hospitales andaluces así lo pone en evidencia.

El Hospital Virgen del Rocío, el centro sanitario de referencia de la sanidad pública andaluza, es un claro ejemplo de ello. Durante el pasado fin de semana se atendieron más de 200 urgencias al día. Los virus respiratorios copan la sala de Observación de sus urgencias pediátricas.

La pregunta es cuándo acudir a urgencias para evitar males mayores y sin provocar un atasco en el sistema por casos banales. Son muchos los padres que ante cualquier malestar del niño deciden recurrir a urgencias para que sea atendido por un especialista. En este contexto de alta demanda, aprender a diferenciar un caso banal de una situación de emergencia, mantener la calma en el momento oportuno y conocer cómo actuar, es fundamental para proteger a tu hijo. 

La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) está difundiendo en esta línea una guía rápida para padres. Una especie de semáforo de colores que nos dice cuándo acudir a urgencias con bebés y niños. 

En rojo: ¿Cuándo llamar al 112 o acudir a Urgencias inmediatamente?

No debemos esperar en ningún caso si observamos en el niño alguna alteración en la piel, en el comportamiento o en la respiración como las que se detallan a continuación. O si ha sufrido un accidente y presenta heridas de gravedad. Se distinguen cuatro puntos: piel, mala coloración o aparición súbita de manchas o hinchazón acompañada de dificultad para respirar; comportamiento, no responde a estímulos, irritabilidad o somnolenia; y movimientos anormales; respiración, dificultad o atragantamiento; y accidentes, con heridas profundas, fracturas abiertas o golpes en a cabeza.

Guía rápida para padres y cuidadores sobre el uso de las urgencias pediátricas.

En naranja: ¿Cuándo acudir a Urgencias?

No es una emergencia vital, pero debemos acudir a urgencias cuando observamos en el niño los siguientes síntomas: manchas en la piel o hinchazón sin otros síntomas; fiebre de más de 38 grados en menores de tres años o más de 40 grados en el resto; mareos; traumatismos con diformidad aparente o heridas profundas; dificultad para respirar, marcándose las costillas o respirando rápido o con pitidos; vómitos persistentes o diarrea abundante, rachazo de tomas de lactancia en bebé menores de un mes, ingesta de objetos, dolor de cabeza fuerte o dolor de barriga continuo y que empeora.

Guía rápida para padres y cuidadores sobre el uso de las urgencias pediátricas.

Verde: ¿Cuándo podemos esperar?

En cambio, podemos esperar y pedir cita con el pediatra, si el bebé o el niño presenta estos síntomas: manchas en la piel que desaparecen al presionar; fiebre por debajo de 39 sin datos de alarma en bebés de entre 3 y 24 meses; fiebre menor a 38 grados durante más de cinco días; dolor de oído durante más de dos días o ojo  rojo o picor ocular; tos o mocos sin dificultad para respirar; y vómitos o diarreas sin datos de alarma o dolor de barriga no muy intenso que viene y va.

Guía rápida para padres y cuidadores sobre el uso de las urgencias pediátricas.