SUSANA Díaz, la presidenta de la Junta, se ha convertido en la socia mayoritaria del PSOE, según los dirigentes vascos. "Si ella se presentase, las ganaría; eso, sin duda", aseveró a este medio uno de los secretarios regionales más importantes de este partido. Sin embargo, el horizonte de Susana Díaz no está ahora en las primarias ni en Madrid; es más, hay quien sostiene que, junto con Alfredo Pérez Rubalcaba, es de la tesis de que el PSOE no celebrará estas elecciones abiertas a los simpatizantes debido a que una suerte de hecatombe política. ¿Cuál? Los hechos que se aventuran en Cataluña si el referéndum independentista se llega a celebrar el 9 de noviembre.

Situados en los puestos de salida, se encuentran Patxi López, cuyo legado electoral en el País Vasco roza el cero absoluto a pesar de haber sido lehendakari; Carme Chacón, continuamente expuesta aunque su catalanidad pudiera convertirse ahora en un valor de Estado; Pedro Sánchez, el economista más telegénico de todos, y Eduardo Madina, que, como siempre, está instalado en la duda. Sin embargo, hay una última incógnita: la de Alfredo Pérez Rubalcaba. Sabio como es en estos asuntos, el secretario general del PSOE espera al resultado de las elecciones europeas del 25 de mayo para tomar una decisión. Los sondeos que manejan los partidos mayoritarios coinciden en dos aspectos. El primero, que hay un empate técnico entre PSOE y PP, por lo que la victoria se va a jugar por pocos votos y aún menos eurodiputados y, segundo, que el bipartidismo aún no está tan muerto como proclaman sus enterradores. La elección al Parlamento europeo es un buen momento para expresar la insatisfacción, por lo que parte del voto se desviará a partidos menores, caso de IU y de UPyD, pero el resto de nuevas formaciones o no están maduras o están lideradas por auténticos frikies, caso de Epildio José, que ha sucedido a José María Ruiz-Mateos en el catálogo de curiosidades de este tipo de comicios.

Una fuente socialista, de las que maneja los datos que sólo algunos tienen en Ferraz, cuenta que la intención está empatada en casi todas las comunidades, menos en Cataluña y el País Vasco, donde ganan los nacionalistas, y que será en Andalucía donde el PSOE se juege la oportunidad de vencer en estas europeas. Por eso, Susana Díaz y Alfredo Pérez Rubalcaba han vuelto a unir su suerte, aunque ambos representen, en estos momentos, opciones de futuro muy diferente. Rubalcaba necesita ganar, aunque sea por poco, y a Díaz le urge vencer en unas elecciones al PP en Andalucía.

Tanto Díaz como Rubalcaba, que sabe bastante de Interior, sostienen que la filtración del fraude en los cursos a parados de la Junta ha sido una maniobra situada a las puertas de estas elecciones para o bien erosionar al Gobierno andaluz, y por tanto al PSOE, o provocar una ruptura del pacto con IU, que no parece habida cuenta de que los socios ya han comprendido que la proyección de inestabilidad tampoco les beneficia. De algo de ello fue de lo que hablaron en el comité de enlace del pasado miércoles los representantes del PSOE e IU. Las filtraciones son habituales, y no las deslegitima su intencionalidad, que siempre la hay, sino la manipulación. Y el PP andaluz confía no ya en la victoria de Rajoy, sino la de los populares europeos, con Jean-Claude Juncker, que pudiera llevarse al ministro de Economía, Luis de Guindos, al Eurogrupo, para abrir paso a una crisis ministerial más profunda. Arenas y Moreno lo desean.

Los candidatos del PSOE y el PP a las elecciones europeas, Elena Valenciano y Miguel Arias.