La droga robada era de dos alijos y "por unos días" no había salido de la Aduana
Interior apunta a que la banda que se hizo con los casi mil kilos de hachís es "la misma a la que se le incautó". Uno de los coches usados se sustrajo en Sevilla. El remolque también era robado.
No había vigilancia, no se forzaron las puertas de entrada y todo ocurrió en menos de diez minutos. Sobre esos tres pilares se centran las investigaciones de la Policía para esclarecer el robo de cerca de una tonelada de hachís perpetrado la última noche del año en la sede de la Aduana de Huelva, aprovechando las campanadas de fin de año. Esa es la base precisamente para que el ministro de Interior, José Fernández Díaz, asegurase ayer que lo más previsible es que "el robo lo cometiese la misma banda a la que en su día se le incautó la droga. Es bastante frecuente -prosiguió- que aquellos traficantes a los que se incauta droga intenten después recuperarla". Si bien, fuentes de la Agencia Tributaria, encargada de custodiar la mercancía, aseguraron a este periódico que la banda se llevó parte de dos alijos diferentes.
Las mismas fuentes detallaron que la droga permanecía en la sede de la Aduana, donde la Agencia Tributaria acumula los estupefacientes incautados por Vigilancia Aduanera, desde el mes de septiembre. No se han querido precisar los alijos a los que pertenecen ni tampoco la droga que la decena de encapuchados dejó en el edificio. Lo que sí parece claro es que los ladrones "actuaban de forma muy profesional", según fuentes de la investigación e incluso podrían saber que la droga no iba a permanecer mucho más tiempo en las instalaciones aduaneras. Según ha podido saber este periódico, en la última quincena del mes de diciembre, un convoy (que periódicamente acude a los lugares en los que se almacena la sustancia incautada) pasó por la instalaciones de Huelva para retirar mercancía. Y ese convoy, explican las mismas fuentes, "podía haberse retrasado si se sabía que estaba firmada la orden de destrucción (al menos de uno de los dos alijos) de la droga robada". Es decir, que sólo "por unos días la droga no había salido de la capital onubense", insisten.
Una versión que se enfrenta a la ayer por la mañana hacía pública el ministro de Interior, cuando aseguraba que el juez aún no había autorizado la cremación del hachís robado. Lo quiso dejar claro en rueda de prensa, para subrayar que, en este caso, "no ha fallado" el protocolo firmado para la cremación de droga incautada porque "el juez aún no había autorizado la destrucción de esa tonelada de hachís". Fuentes de la investigación entienden que ese matiz pueda llegar de considerar un sólo alijo como fuente de la materia robada y no dos, como corresponde a la realidad.
Pocos detalles se quieren desvelar del proceso que llevaron a cabo los miembros de la banda para hacerse con la tonelada de hachís porque la investigación se centra ahora en esclarecer la autoría de los hechos y el modo en que se pudo acceder a las instalaciones sin forzar las cerraduras (no alteraron las puertas de entrada a las instalaciones pero sí la cámara acorazada en la que se encontraba la droga). De ahí que no se descarte "un chivatazo", aunque fuentes cercanas al caso quisieron precisar que "hoy en día hay mecanismos muy avanzados que pueden evitar el forcejeo de cerraduras".
A pesar de que poco después de conocerse los hechos, se pusieron en duda los sistemas de seguridad instalados en el edificio, se tiene constancia de que la alarma saltó tras detectar la presencia de los encapuchados, si bien antes de que se personasen los miembros de la empresa de seguridad, lo hicieron efectivos de la Policía que recibieron un llamada a través de una vecina que los alertó a las 23:58 de la presencia de la banda. Poco tardaron en llegar, pero para entonces, los asaltantes ya habían logrado huir en dos vehículos todoterreno, uno de ellos robado en Sevilla. Los dos son de color negro y uno de ellos iba provisto de un remolque, también robado, en el que depositaron la droga para transportarla.
Tras los hechos, la Brigada de Policía Científica y Judicial de la Comisaría de la Policía Nacional de Huelva ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de este suceso que supone el cuarto robo de droga en dependencias oficiales de Andalucía desde 2008 (en Sevilla, Málaga, Cádiz y ahora en Huelva), lo que ha supuesto la vuelta al mercado de casi 1.800 kilos de droga (hachís, cocaína y heroína).
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