Los resultados obtenidos ayer por el PP-A en las elecciones autonómicas abren una incógnita sobre el futuro de tres alcaldes populares de la provincia. El primer edil de Huelva, Pedro Rodríguez; la de Valverde, Loles López, y el de Lepe, Manuel Andrés González, encabezan la candidatura del PP de Huelva al Parlamento andaluz, desafiando el cambio aprobado por el PSOE e IU en la Ley Electoral andaluza para hacer incompatibles los cargos de alcalde y diputado.

El Gobierno central recurrió esta normativa al Tribunal Constitucional con el objetivo de anular su efectividad durante los próximos meses; presentado el recurso por la Presidencia del Gobierno, la norma queda en suspenso y sus alcaldes podrían tomar posesión. El PP confiaba en lograr la Presidencia de la Junta, tras lo cual aprovecharía ese tiempo de suspensión para dar marcha atrás en la modificación legislativa. Y sus alcaldes podrían compatibilizar (si quisieran) el cargo de primer edil y diputados andaluces.

Sin embargo, el PP no ha obtenido la mayoría absoluta que le permitiría seguir ese plan, por lo que quedaría a priori pendiente de la resolución del Tribunal Constitucional y del final de la suspensión establecida sobre la norma. Es decir, que los alcaldes que han logrado acta de parlamentario podrían tener que elegir en los próximos meses entre su acta de parlamentario y la Alcaldía.

Eso reabrirá de seguro el debate sucesorio tanto en la capital como el Lepe. El runrun en torno al relevo de Pedro Rodríguez al frente de la Alcaldía viene de lejos, más después de las últimas elecciones municipales, en las que se dejó un concejal.

Pese a ello, el Partido Popular logró ayer recuperar el feudo periquista de la capital para unas elecciones autonómicas, venciendo al PSOE por 5.000 votos de diferencia. Algo que no conseguía desde los tiempos álgidos de José María Aznar al frente del Gobierno central, cuando en dos comicios fue el partido más votado. No obstante, perdió apoyos respecto a las elecciones generales, en total 7.200 votos, para sólo 2.000 que se ha dejado el PSOE en el camino desde noviembre.

En una capital de tradición abstencionista sólo el 56,73% de los censados acudieron a votar ayer. Con casi 12.000 votos menos en las urnas respecto a las elecciones anteriores, el PP se dejó 5.500 apoyos sobre 2008  y el PSOE protagonizó una debacle de casi 11.000 votos. Gran parte de ellos fueron a la abstención, mientras que otra parte cayeron en el saco de IU y UPyD, en progresivo crecimiento gracias a los votos que van dejando los dos grandes partidos. En cambio el PA sigue en caída libre y Equo, el último experimento ecologista,  no logra superar la marca que tenían Los Verdes.