El largo viaje de Manar para curar sus heridas

Ya queda menos para que Manar Almustafá pueda curar al fin sus heridas. La inmigrante Siria desembarcó ayer en Málaga desde Melilla, donde permanecía desde hace dos meses tras escapar de su país con quemaduras en el 90% de su cuerpo tras un bombardeo. Tras ocho horas de viaje en barco junto a 13 miembros de su familia que huyeron con ella desde Siria, entre ellos varios menores, esperaron durante más de tres horas la llegada de varios parientes residentes en la Península para poner rumbo a Barcelona, donde recibirá un tratamiento especializado.

Aunque con ayuda de sus familiares, Manar se desplazó por su propio pie hasta el vehículo donde junto a algunos de sus hermanos recorrería los más de 990 kilómetros que separan Málaga de la Ciudad Condal, alrededor de diez horas de trayecto en coche. Algunos de los familiares, en cambio, se dirigieron en autobús hasta Barcelona, donde reside el padre de la afectada y uno de sus hermanos desde hace varios años. Asimismo, en el lugar de recogida se encontraba en alerta un dispositivo de la Cruz Roja Española, que ofreció asistencia sanitaria a la inmigrante siria y al resto de sus familiares durante el viaje a Barcelona, aunque finalmente éstos no la han solicitado.

En cuanto a su estado, Mohamed Almustafá, hermano de Manar, resaltó que su hermana sufre continuos dolores, por lo que ha tenido que tomar pastillas contra el dolor: "En Melilla no hay especialistas para mi hermana y no hacemos nada, sólo curamos el dolor parcialmente", añadió. De esta manera, Manar podrá recibir finalmente un tratamiento adecuado para sus lesiones en la unidad de quemados del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, después de llevar dos meses recibiendo atención médica en Melilla, donde los médicos del Hospital Comarcal en el que fue atendida recomendaron su traslado para su recuperación. No obstante, una traba administrativa le impidió viajar con anterioridad. Y es que a pesar de que Manar pidió asilo político al pisar España por el conflicto bélico sirio, la ley obliga a las personas que solicitan este trámite a que permanezcan en la ciudad autónoma, a diferencia de lo que sucede en el resto del país.