Los 70 busquimanos detenidos durante esta semana en Chiclana (Cádiz) por recoger parte del hachís que cayó al mar tras el naufragio de tres lanchas neumáticas ocupadas por narcotraficantes marroquíes en la madrugada del viernes pasado fueron puestos ayer en libertad con cargos. Todos ellos son acusados de un delito contra la salud pública.

La situación en la playa a la que acudieron los busquimanos -término con el se conoce a las personas que buscan en las playas o en el mar fardos de hachís perdidos por los narcos- es ahora más tranquila. Buscar esa droga y hacerse con ella les puede acarrear penas de cárcel que pueden llegar a los cuatro años y medio de cárcel si son detenidos con más de 2,5 kilos de hachís. Hay otra consecuencia aún peor: apoderarse de un material muy valioso propiedad de las mafias del narcotráfico y convertirse en objeto de sus represalias.

Esta vez todo empezó en la zona del caño de Sancti Petri, donde la Guardia Civil detuvo a tres tripulantes marroquíes de las lanchas, en las que fueron halladas 73 fardos de hachís, unos 2.200 kilos. Posteriormente fue hallado el cadáver de otro tripulantes en la playa de La Barrosa. Un segundo cuerpo sin vida fue arrojado por el mar. Los agentes se afanaron en buscar a un sexto hombre, ya que lo habitual es que en cada lancha viajen dos personas.

En paralelo, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia que culminó con la detención de hasta 70 busquimanos, llegados hasta la zona para intentar hacerse con parte del alijo. El aluvión de jóvenes, e incluso de menores, que se desplazaron hasta el arenal de La Barrosa, donde los agentes mantienen el dispositivo, se produjo después de que a través de las redes sociales se propagara la aparición de tabletas y fardos de hachís en la playa. La presencia de los miembros de la Benemérita y de la Policía Local de Chiclana no consiguió disuadirlos. Muchos de ellos esperaban agazapados entre los pinares para llevarse parte del alijo. Hasta el momento se han recuperado 150 kilos de hachís a estos busquimanos, y no se descarta que en próximos días pueda aparecer más droga, aunque la Guardia Civil cree que ya se han hecho con prácticamente la totalidad del hachís que transportaban estos narcos marroquíes.

Para albergar a los detenidos se habilitó un módulo en la prisión de Puerto II, a fin también de que no estuvieran mezclados con el resto de los presos. El módulo ya ha quedado vacío y estos nuevos busquimanos, que no parecen conocer el negocio como los originales barbateños, quedarán emplazados a un juicio que se celebrará próximamente.

Mientras, unos surfistas encontraron ayer en la playa de Cortadura, en Cádiz, un fardo con 30 kilos de hachís. Avisaron a la Policía Local y una patrulla requisó el fardo, que podría ser uno de los que se ha perdido tras el naufragio de las tres lanchas neumáticas en el caño de Sancti Petri y que las mareas han arrastrado hasta la costa de la capital gaditana.