La organización del nuevo curso escolar en Andalucía queda pendiente de los protocolos que establezca el Ministerio de Salud. Nada por ahora está decidido y tanto el Gobierno como la Junta barajan tres escenarios posibles para la vuelta al colegio en septiembre, debido a la incertidumbre sobre la evolución que podrá tener los próximos meses la pandemia del Covid-19. 

La reunión mantenida -por vía telemática- entre la ministra de Educación, Isabel Celaá, y los consejeros de las comunidades autónomas (es la tercera conferencia sectorial que se celebra desde que se decretó el estado de alarma) concluyó con el acuerdo de crear un grupo de trabajo en el que se valorarán las distintas posibilidades planteadas en dicho encuentro en función de cómo vaya desarrollándose la crisis sanitaria. 

En primer lugar, en el mejor de los escenarios, se baraja la vuelta de los alumnos con total normalidad a las aulas. Un regreso que se haría como hasta el pasado 13 de marzo, sin necesidad de mantener ningún tipo de distanciamiento entre los estudiantes. La segunda opción sería la de establecer estas medidas de seguridad, lo que conllevaría a disminuir la ratio a la mitad en las clases; y la tercera, la de tener que interrumpir la actividad docente presencial por algún rebrote de la enfermedad, lo que obligaría a retomar la enseñanza on line. 

Los participantes en la conferencia sectorial han admitido que aún es demasiado pronto para tomar alguna decisión, debido a la incertidumbre que reina en estos momentos. Por tal motivo, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, explicó al término del encuentro que se ha solicitado al Ministerio de Sanidad que establezca unos protocolos con los que las comunidades autónomas puedan trabajar para organizar el próximo curso. Imbroda asegura que las autoridades sanitarias se han comprometido a proporcionarlos. 

Tres objetivos a lograr en Andalucía

Mientras esta información se facilita, la Consejería de Educación y Deporte va a trabajar en tres líneas para afrontar la vuelta al colegio tras el verano. Una será la identificación de los alumnos que no han podido recibir en condiciones correctas las clases on line durante el confinamiento. La intención es elaborar para ellos "planes individualizados" y que tengan prioridad en el programa de refuerzo estival que se pondrá en marcha por segundo año en los colegios el próximo mes de julio (siempre que las autoridades sanitarias lo permitan). 

La segunda línea de trabajo consistirá en la mejora tecnológica de los centros educativos, ante la previsión de que pueda haber un nuevo rebrote de coronavirus el próximo curso y haya que volver a la enseñanza telemática. El Ministerio de Educación ya se ha comprometido a aportar fondos para tal fin. 

Y por último, el Gobierno también intentará solucionar la situación en la que se encuentran los alumnos de FP que tendrán que aplazar las prácticas a otoño, con el objetivo de que no pierdan las becas. 

El sindicato CSIF ha criticado que la conferencia sectorial haya acabado sin una hoja de ruta para afrontar el inicio del próximo curso. Por tal motivo, advierte de los agravios que pueden originarse si esta organización se deja en manos de cada comunidad autónoma, "lo que pude generar mayor incertidumbre". 

Por otro lado, Imbroda ha recordado en esta reunión telemática la decisión tomada hace dos semanas: los alumnos de todas las etapas educativas no volverán a las aulas en lo que queda del presente curso.