Los hospitales están comenzando a reintegrar el coronavirus en su rutina, lejos de aquellos días que sólo invitaban a los malos presagios. Aunque sin descartar la posibilidad de futuros rebrotes de la pandemia, la Consejería de Salud de la Junta entiende que los contagios y hospitalizaciones se han estabilizado a una fase de meseta, por lo que está empezando a comunicar al personal el plan de la vuelta a la normalidad asistencial.

Los aspectos más relevantes conciernen a las pruebas diagnósticas y al calendario quirúrgico, los grandes puntales de la Sanidad que quedaron pausados durante los peores momentos de la crisis del coronavirus y que se irán retomando poco a poco.

La disponibilidad de estructuras y personal dictará el regreso a los procesos habituales

Según la comunicación a la que ha tenido acceso este periódico, el "plan funcional de desescalada" sanitaria ya está preparado, por lo que se debe dibujar en el "ámbito hospitalario un plan de actuación que permita ir retomando el aumento de la actividad asistencial en la medida en que las áreas ocupadas por casos de Covid-19 se vayan liberando", reza el documento firmado por Diego Agustín Vargas Ortega, director general de Asistencia Sanitaria del SAS.

El plazo para la vuelta a la normalidad será de dos semanas, según señaló el domingo el presidente andaluza, Juanma Moreno, quien dijo que cada centro trabaja en una programación específica.

Hospitalización y UCI

El plan del SAS comienza refiriéndose a la hospitalización, el servicio sanitario más mermado por la congestión asistencial provocada por el coronavirus. En tanto que "vaya disminuyendo el número de pacientes de Covid-19" se irá "recuperando la normalidad de las plantas y alas hospitalarias en función del número de pacientes y de profesionales en activo".

El plan, cuyo desarrollo está aún estudiándose en los hospitales andaluces, contempla "reordenar e ir liberando las unidades de reanimación posanestésica y los quirófanos habilitados para la atención a pacientes de Covid-19", de modo que se retome la actividad al completo en función de la disponibilidad" de las estructuras y los profesionales.

Dentro de las medidas se incluyen las que afectan a los familiares, recuperándose el carácter humano de la atención. La propuesta general es "establecer medidas de acompañamiento en situaciones de mal pronóstico inmediato", así como que "evitar la soledad de los pacientes debe ser prioritario en las estrategias de humanización de cada centro". En estas situaciones, "se analizará la situación del acompañante en relación con Covid-19 con la realización de test rápido".

Consultas externas

La vuelta a las consultas se hará con todas las precauciones. El plan contempla que se vigilará "si el paciente está con síntomas o no -de coronavirus-, o si es caso sospechoso para permitir la asistencia presencial o seguir la telemática y tomar las medidas oportunas".

En las primeras visitas al especialista se mantienen como prioritarias las citas preferentes y de procesos oncológicos. Más tarde se incorporarán citaciones de pediatría en Atención Primaria, con atención presencial, comenzando por las patologías que se "consideren imprescindibles, priorizando las de hematología, neurología, cardiología, hemodinámica y digestivo".

Luego se incorporarán "urología, cirugía, nefrología, infeccioso, unidad del dolor, anestesia, dermatología, alergología, salud mental, cribado de cáncer de mama o de cérvix, entre otros". También se plantea incorporar las pruebas diagnósticas, "a ser posible en acto único: ecografías, TAC, resonancia magnética, radiografías, estudios intervencionistas y radiología convencional".

Posteriormente se incorporarán citas para revisiones y recogida de resultados en aquellos procedimientos en los que no sea posible el acto único y las que no se puedan realizar vía telemática. En cuanto a la presencia en las consultas, las citas se ejecutarán dejando tiempo suficiente entre una y otra para evitar las aglomeraciones en las salas de espera.

Se organizarán así unos días de consulta que definirán para cada área y progresivamente se irá ampliando tanto el número de días de consulta como el número de pacientes y el intervalo horario de mañana y tarde. Siempre que fuese posible, se mantendrán las consultas y seguimientos de pacientes vía telemática.

Quirófanos y circuitos

Los quirófanos volverán a abrir paulatinamente, lo que supondrá un esfuerzo extra para los hospitales, ya que el centro de su universo durante más de un mes ha sido frenar el coronavirus centrando todos los recursos y la planificación de los mismo en ello.

Para la reorganización en la actual fase de meseta, el plan del SAS plantea delimitar espacios concretos a los enfermos de coronavirus, como se ha hecho hasta ahora. "En aquellos centros que sea posible se destinarán edificios específicos para los enfermos de Covid-19 y, si no es posible, se designarán áreas específicas de atención con circuitos diferenciados", sostiene Salud, que habla de "circuitos limpios y sucios".