Miguel Ríos se ha retirado de los escenarios, pero no de recibir premios. El próximo 28 de febrero será nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en una ceremonia que tendrá lugar en Sevilla y que estará presidida por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. El rockero une así su nombre a la selecta nómina de creadores granadinos que han sido distinguidos con este reconocimiento, como el pintor Manuel Rivera (1988), el poeta Luis Rosales (1988), el escritor Francisco Ayala (1990) y el cantautor Carlos Cano (2001), en este caso a título póstumo.

Tras publicar el pasado mes de septiembre Cosas que siempre quise contarte, su libro de memorias, Miguel Ríos ha cumplido escrupulosamente su retiro autoimpuesto, aunque los próximos meses tiene una agenda repleta que incluye un viaje a Sevilla para recibir la distinción a toda su carrera de la Junta de Andalucía. Días después, el 15 de marzo, volverá a subirse a los escenarios para el macroconcierto de homenaje a la historia del rock granadino que se celebrará en el Palacio de Deportes y en el que, además de matar el gusanillo, estará acompañado de una larga nómina de artistas que incluye a José Ignacio Lapido o Niños Mutantes. Días después tendrá que subir de nuevo las escaleras para auparse al escenario con la segunda edición del concierto benéfico por la Vega de Granada, que tendrá lugar el 26 de abril en la explanada del Palacio de Congresos y que juntará al cantante de El río con la familia Morente, Paco Ibáñez y Joaquín Sabina, entre otros. Una iniciativa del propio Miguel Ríos en la que encauza su compromiso social, que incluye también apoyar a Médicos sin Fronteras o sublevarse contra el cierre de la Biblioteca de Las Palomas.

Pero estas actuaciones puntuales no desdicen a su perfil en la Wikipedia, que lo señala como un "cantante y compositor retirado de rock español, uno de los pioneros de esté género en el país". De hecho, sigue firme para complacer a su fallecida madre, que en una ocasión le pidió que no hiciera como otros artistas que paseaban su decrepitud por los escenarios. "Siempre he tenido miedo a la exhibición de la vejez, ser viejo está muy bien, es una suerte llegar, pero tampoco hay que hacer un alarde de eso, resaltarlo con el foco. Empecé a verme con los ojos de mi madre antes de que la realidad me dijera que me tenía que ir", dijo en la presentación de sus memorias. Sin embargo, aunque suena a tópico, basta echar un vistazo a fotos de hace 20 años y las de sus últimas apariciones públicas para comprobar que la realidad nada ha tenido que ver en su despedida. Miguel Ríos, que estos días se encuentra en Chile, se prepara para volver a los focos, aunque no para de acudir, ahora como espectador, a un sinfín de actos culturales. Una prueba fue la presentación de la revista tintaLibre en la Biblioteca de Andalucía de Granada, el pasado mes de enero, cuando se sentó cómodamente en una butaca mientras los que lo rodeaban no sabían si mirar al estrado, donde estaba Joaquín Sabina, o mirar hacia su compañero de butaca.

Ahora añade una nueva distinción a una lista que ya incluye, entre otras muchas, la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Medalla de Oro de Andalucía o la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. En esta última ocasión, el recuerdo fue para su padre, aserrador y tasador de choperas, que murió cuando era un adolescente. Pero no sólo se limita a recibir honores, también presentó la ceremonia que en la que José Saramago y Francisco Ayala fueron nombrados Hijo Adoptivo e Hijo Predilecto de la provincia de Granada, respectivamente. Ahora se le premia como Hijo Predilecto de Andalucía, un galardón que hace ya décadas le otorgaron sus seguidores. Igual que el de macho alfa del rock, como reconoció el propio don Juan Carlos en una cena informal: "¿Quién os iba a decir que esta noche veríais juntos al Rey de España y al rey de rock?".