Flores para él: por qué los hombres también necesitan ramos

Regalar flores a las mujeres es una costumbre universal: en cumpleaños, el Día de la Mujer, citas románticas o simplemente para levantar el ánimo. Este gesto se ha convertido en símbolo de atención, gratitud y afecto. ¿Pero qué hay de los hombres? ¿Por qué un ramo en manos de un hombre sigue causando sorpresa o incluso burla? La respuesta está en los estereotipos culturales. Pero los tiempos están cambiando. Cada vez más personas se preguntan: ¿acaso los hombres no merecen también este lenguaje de cuidado?

En los últimos años, las floristerías españolas —incluida floristería Sevilla— han notado un creciente interés por los ramos dirigidos a hombres. Cada vez más los compran para sí mismos o los reciben como regalo de parejas, amigos o hijos. No se trata solo de estética: es el reconocimiento de que los hombres también tienen derecho a la belleza, a la atención y al apoyo emocional a través de las flores.

Hombres y flores: un contexto histórico

Lo cierto es que las flores no siempre fueron “cosa de mujeres”. En la antigua China, Persia e incluso en Europa, los ramos se ofrecían a hombres como símbolo de respeto, victoria, estatus o poder espiritual. En la Grecia y Roma clásicas, las guirnaldas y coronas eran parte de rituales masculinos, y en Japón, el arte del ikebana nunca ha tenido género.

Solo entre los siglos XIX y XX, con el auge del marketing y la cultura de consumo, las flores pasaron a ser territorio femenino. Una división artificial que, por suerte, empieza a diluirse.

¿Qué siente un hombre al recibir flores?

Los psicólogos coinciden: muchos hombres que reciben flores por primera vez experimentan emociones mezcladas —desde sorpresa o timidez hasta una conmovedora sensación de aprecio. A menudo no esperan que alguien exprese afecto de esa forma.

Pero tras ese primer impacto, llega la comprensión: es agradable. No es “poco masculino”, simplemente es bello. Es un gesto que dice: “Te mereces atención”. Esto es especialmente importante en culturas donde a los hombres se les exige control, fortaleza y silencio emocional.

¿Cuándo y por qué regalar flores a un hombre?

Las flores pueden ser un regalo ideal en múltiples contextos:

• Cumpleaños, especialmente si el ramo refleja sus gustos (con estética minimalista, flores secas o plantas estructuradas).
• ·Día profesional, como reconocimiento a médicos, arquitectos, chefs, entrenadores o docentes.
• ·Agradecimiento sincero, a un colega, amigo o mentor.
• ·Relaciones románticas, como expresión de cariño o ternura.
• ·Sin motivo aparente, como gesto de apoyo o simplemente para decir: “Estoy aquí”.

Lo importante es recordar que las flores no deben ser un privilegio de un solo género. Son un símbolo universal de afecto humano.

¿Qué tipo de ramo elegir para un hombre?

No existe un único “tipo de ramo masculino”, pero ciertos estilos suelen resultar más armónicos:

• Formas: líneas limpias, estructuras verticales o asimétricas.
• ·Colores: tonos intensos y sobrios —borgoña, azul oscuro, verde oliva, ocre, violeta, naranja profundo.
• ·Composición: combinación de flores con ramas, espigas, hojas, corteza, elementos naturales.
• ·Minimalismo: un solo tallo o un ramo sencillo puede ser más potente que una composición exuberante.

En floristería Sevilla, muchos floristas están creando ramos pensados para hombres: sobrios, sí, pero también creativos, con flores exóticas, elementos secos, e incluso frutas u objetos decorativos.

Hombres que se regalan flores a sí mismos

Un fenómeno en alza: hombres que compran flores para ellos mismos. No es un signo de soledad, sino de autoestima. Habla de madurez emocional, aprecio por lo bello, y sensibilidad interior. Tener flores en casa ya no es algo “raro” en hombres, especialmente en ciudades, donde el hogar refleja el estado emocional.

Este gesto no habla de género, sino de cultura personal: del deseo de rodearse de cosas vivas, auténticas y significativas.

Por qué esto es importante — no solo por las flores

Al incluir a los hombres en una cultura de “regalo emocional”, damos un paso importante hacia la igualdad. Reconocemos que todas las personas —sin distinción— merecen gestos de afecto, sensibilidad, ternura. Las flores, en este sentido, son un vehículo sencillo y poderoso para expresar conexión humana.

No van a resolver todos los problemas, pero pueden abrir la puerta a conversaciones: sobre cuidado, afecto, y el derecho a sentir.

Conclusión: las flores no tienen género, tienen alma

Regalar flores a un hombre no es una moda, ni una provocación, ni una broma. Es una forma de volver a lo esencial: a la naturalidad, a la belleza, al vínculo. Es una invitación a abandonar los roles preestablecidos y abrazar la idea de que todos merecemos ternura.

Así que, ¿por qué no regalar flores a un hombre? Sin razón. Porque sí. Porque lo vale. Porque está vivo.