Más de una semana después de la celebración del Vía Crucis de la Fe en la Catedral, la polémica derivada del traslado de los pasos y las decisiones adoptadas por las hermandades y el Consejo de Cofradías durante la mañana y la tarde de ese domingo siguen dando que hablar. El último capítulo se escribe desde la feligresía de San Vicente. La Hermandad de las Siete Palabras, cuyo paso de misterio estaba designado para presidir la duodécima estación, ha publicado en su página web una crónica sobre lo acontecido durante ese día, en la que lamentan las declaraciones del presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, que cuestionó la actitud de la hermandad cuando se conoció que se había planteado llevar el paso hasta la Plaza del Museo y habló de "jugar a los pasitos". La cofradía del Miércoles Santo pide a Bourrellier una "rectificación pública" de estas palabras que habrían manchado el buen nombre de la hermandad.

El presidente del Consejo explicó a este periódico que en ningún momento quiso ofender a nadie con sus palabras. "Me preguntaron qué me parecía que hubiera hermandades que quisieran salir a la calle. Una vez suspendida la salida de los pasos no había lugar a preguntar esto, pero en ningún momento fue una referencia directa a las Siete Palabras". Bourrellier asegura que el pasado sábado, durante el cabildo de la Pía Unión y en presencia de otros hermanos mayores, pidió públicas disculpas al hermano mayor de las Siete Palabras, Antonio Sánchez Padilla: "No fue mi intención ofender a nadie, pero si lo hice, pido disculpas. Seguir hablando de esto no conduce a nada. Tenemos que ponernos todos a preparar la Semana Santa".

En el escrito que se publica en la web, a su vez remitido a los medios de comunicación, las Siete Palabras muestra su versión sobre todo lo que aconteció el primer domingo de cuaresma que ha originado este enfrentamiento con el Consejo. La hermandad niega que en algún momento se planteara sacar el paso de misterio para llevarlo hasta la vecina Plaza del Museo. Revela que sólo celebró un cabildo de oficiales para debatir la participación del paso en el Vía Crucis y que cualquier otra circunstancia no fue tratada: "En el cabildo se descartó cualquier tipo de salida procesional, difundiéndose a través de los medios oficiales de la hermandad tal decisión, por lo que no hubo proposición en forma alguna a efectuar ningún tipo de salida. Se hace esta aclaración en desmentido de algunos rumores, que, sin comprobación alguna, fueron difundidos por los medios de comunicación, y que degeneraron posteriormente en infundadas y desmerecidas críticas hacia nuestra hermandad, con el empleo de algunas expresiones, por parte del máximo representante del Consejo de Hermandades, completamente fuera de lugar".

En vista de estas circunstancias, la corporación ha mandado una carta al presidente, Carlos Bourrellier, en la que le solicita una "pública rectificación" a sus declaraciones, unas palabras consideradas "del todo punto desafortunadas". La hermandad también lamenta que antes de reunirse su cabildo de oficiales para adoptar una decisión ya se habían difundido las deliberaciones de otras hermandades y que el Vía Crucis había quedado del todo suspendido.