La Virgen de los Reyes alterará levemente su recorrido procesional para realizar una posa ante el monumento al beato Juan Pablo II que será bendecido esta misma noche por el arzobispo. Ésta será una de las novedades de la salida anual de la Patrona de la ciudad y su Archidiócesis. Las otras, que tras varios años, el Ayuntamiento procederá al vallado del itinerario; y que el palio de tumbilla saldrá remozado tras la limpieza que se le efectuó, por iniciativa del Cabildo Catedral, tras ser desmontado antes de abandonar la Parroquia del Sagrario.

Será en el regreso, antes de enfilar la Puerta de los Palos de la Catedral, cuando el paso gire a la derecha para adentrarse en la Plaza Virgen de los Reyes y detenerse ente la escultura realizada por Miñarro, que se encuentra ante la fachada del Monasterio de la Encarnación. La iniciativa, que ha surgido de la plataforma ciudadana que ha promovido el monumento, ha sido atendida de buen agrado por Asenjo y el Cabildo. Para ello, y de acuerdo con los servicios municipales, se habilitará un espacio reducido por el que parte del cortejo accederá hasta la fachada del monasterio. Una vez frente al monumento, el paso realizará una posa extraordinaria que se añadirá a las tres que habitualmente se efectúan. Con este gesto el arzobispo y el Cabildo desean resaltar el afecto que el beato demostró en innumerables ocasiones hacia la ciudad que visitó por dos veces. En ambas ocasiones el Pontífice oró ante la Virgen de los Reyes.

Misas. Previas a la salida procesional se celebran eucaristías a las 5:30, 6:00 y 6:30 ante el paso de la Virgen, situado en el altar del Jubileo en la nave del crucero. A la entrada del cortejo comienza la misa estacional con la presidencia del arzobispo Asenjo.

El rito. La procesión comienza tras el rezo de la hora tercia del breviario. Una coral entona las antífonas en tres de los giros o posas durante recorrido. El paso es vuelto hacia la presidencia eclesiástica, que inciensa a la Virgen y al Niño. Las posas se realizarán en Alemanes, esquina Placentines; y en la Avenida de la Constitución (en la antigua Punta del Diamante y en Correos).

Iconografía. La Virgen de los Reyes es una talla sedente que mantiene al Niño Jesús sobre sus rodillas. Se corresponde con el modelo iconográfico francés, que puede apreciarse en otras imágenes como la patrona de los Sastres de San Ildefonso o la Virgen de las Aguas que se venera en la Colegial del Salvador. La Patrona lleva bastón de mando, que porta un angelito que figura en la delantera del paso; la medalla y las llaves de oro de la ciudad como alcaldesa perpetua que es desde 1953. También viste el fajín de teniente general del Infante Don Carlos. Fue coronada canónicamente el 8 de diciembre de 1904, festividad de la Inmaculada Concepción, siendo la primera imagen andaluza en ostentar este honor.

Imágenes. Son tallas anónimas. La Virgen data, según algunos expertos, de la primera mitad del siglo XIII. El profesor José Hernández Díaz la sitúa como una obra ejecutada en el segundo cuarto del siglo XII. Es una figura articulada realizada en madera de alerce. El Niño Jesús es posterior, probablemente tallado en el siglo XVII. Ambas imágenes fueron restauradas por el profesor Arquillo en 1980. La última restauración a la que fue sometida la Virgen fue en el año 1998 y corrió a cargo del IAPH.

Paso. Tiene palio de tumbilla, sustentado por cuatro varales de plata cincelada con motivos florales y castillos que se conservan del primitivo paso del siglo XVIII. Fue ideado y diseñado en 1924 por el arquitecto Juan Talavera, a semejanza del de Nuestra Señora de las Aguas del Salvador. Lleva peana de plata repujada, obra de Moguel, y faldones bordados en oro y sedas en los talleres de Olmo siguiendo un dibujo Renacentista. Todo el conjunto fue restaurado y limpiado en 2006. Este año, antes de regresar del Sagrario a la Catedral, el Cabildo ha encargado una nueva limpieza. El sillón de la Virgen, de carey y plata y con forma de jamuga, es obra del ebanista Alcoba. El llamador es de Seco y luce el castillo y el león, símbolos reales de San Fernando.

Enseres. El manto que luce la Virgen es el de tisú salmón bordado en oro y sedas de colores. Fue realizado en 1929 por las Hermanas de la Cruz y donado por la Duquesa de Osuna. Posee en su ajuar otros cuatro de gran riqueza y valor que va alternado cada año. La corona de estilo neobarroco está labrada en oro y tiene más de 11.000 piedras preciosas, fruto de las donaciones de numerosos sevillanos, entre las que destaca una esmeralda y un ángel cuyo cuerpo lo compone una perla. Fue realizada por la Joyería de Pedro Vives en 1904 para la coronación canónica y costó 800.000 pesetas de la época. Su valor hoy en día es incalculable. En sus dos arcos superiores se pueden leer las frases Regina Regun y Sine Labe Concepta. Está rematada por una paloma símbolo del Espíritu Santo. Se expone permanentemente en el tesoro de la Catedral. La corona del Niño lleva la leyenda Dominus Dominatorum y está labrada en la misma joyería, siendo también de gran mérito. La Virgen siempre luce en esta salida el pecherín de brillantes, enriquecido en el año 2001.

Costaleros. 20 profesionales.

Capataz. Eduardo Bejarano .

Música. Abre el cortejo la Banda Sinfónica Municipal. Tras el paso se sitúa la Música del Suigesur.

Exorno Floral. Cuatro macizos de nardos y claveles blancos en las esquinas, como es tradición. Tras el sillón se coloca un gran ramo de nardos en un centro plateado, cedido por la familia Alarcón de la Lastra. La floristería Ramos es la encargada de exornar el paso.

Vestidoras. Las Hermanas de la Cruz desde el año 1906. Son auxiliadas por Dolores Gálvez y María de los Ángeles Hernández.

Octava. Se celebra a partir del 16 de agosto en la Capilla Real, a las ocho y media de la mañana.

Besamanos. El día 20, de 18:00 a 22:00; y el 21, de 9:00 a 14:00, será el segundo besamanos. El 22, tendrá lugar la apertura de la urna de San Fernando de 8:30 a 10:30.