La Virgen de Montserrat protagoniza la que es, hasta ahora, la imagen de la cuaresma. La Dolorosa aparece vestida de hebrea y sujetando con sus manos el paño de la Verónica. La estampa no ha dejado indiferente a nadie, ni en el seno de la corporación, ni fuera de ella, y ha impactado para bien o para mal. Desde la hermandad se asegura que se trataba de recuperar una estampa de los años 40. El delegado de Hermandades, Marcelino Manzano, afirma que es "atrevido e incongruente", aunque argumenta que "tendrá una explicación" y que la imagen "no es ofensiva".

Quienes han visitado la capilla de Montserrat desde el pasado miércoles se han encontrado con esta curiosa imagen. La Virgen, bellísima vestida de hebrea, como es habitual durante los días cuaresma, pero sujetando con sus manos el paño de la Verónica pintado por Fernando Fernández Goncer. El hermano mayor de la corporación, Francisco Yoldi, explicó ayer a este periódico cuál era el motivo de esta singular imagen: "Hemos querido recuperar una estampa de los años 40. La Virgen ya había figurado así antiguamente. Hemos seguido el criterio de los priostes, contando con la opinión del vestidor. Lleva el paño de la Verónica como podría llevar otros atributos de la pasión".

El hermano mayor asegura que la decisión no es precipitada y que pulsó el ambiente en el seno de la corporación antes de tomar la decisión: "Sí que nos puede chocar y hemos encontrado opiniones contrapuestas porque nos salimos de la línea clásica, pero también podría llevar los clavos o la corona de espinas. Se trata sólo de rescatar una imagen antigua que también se ha podido ver más recientemente en otras vírgenes. Las opiniones favorables han sido mayoritarias tanto en el seno de la junta de gobierno como entre los hermanos, por eso está así". Una de las dolorosas que históricamente ha aparecido portando el paño de la Verónica es la del Valle, como se puede ver junto a estas líneas. La de Montserrat y el Valle son las dos corporaciones sevillanas vinculadas con este pasaje. La primera por llevar en su cortejo a esta figura alegórica y la segunda por procesionar este pasaje en su segundo paso. Las dos encargan cada año la pintura a un artista.

Este periódico se puso en contacto con el delegado diocesano de Hermandades para conocer si era oportuno que la Virgen sostuviera con sus manos el paño de la Verónica. Marcelino Manzano se mostró sorprendido al conocer la noticia: "Me parece algo bastante atrevido e incongruente, no ya con los evangelios canónicos, donde no aparece el pasaje con la Verónica, sino con los Evangelios apócrifos. La imagen no me parece muy correcta, aunque a todo se le puede sacar una interpretación". El sacerdote añadió, no obstante, que no la imagen no es irreverente: "No hay una falta de respeto a la Virgen, ni se insulta la fe".

Manzano se mostró convencido de que habría un motivo para justificar el atuendo: "Imagino que la hermandad habrá contado con la opinión del director espiritual y supongo que puede tener su simbología. Puede que sea una manera de reflejar que la Virgen también estuvo presente en la calle de la amargura". El delegado diocesano de hermandades advirtió del papel que juegan los directores espirituales y los párrocos a la hora de controlar cómo se viste a las imágenes sagradas: "Deben estar pendientes porque deben transmitir un mensaje catequético. No es este el caso, pero hay que tener cuidado con lo que se pone. En Sevilla no suelen darse caso así, pero es algo de lo que tenemos que estar pendientes".