Una falta de respeto. Tajante es el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Marcelino Manzano, cuando valora una imagen que ha corrido como un río de pólvora por las redes sociales en los últimos días. La actriz Uma Thurman ataviada de dolorosa, con todo tipo de detalles, en un bar de Sevilla. No se trataba del rodaje de ninguna superproducción de Hollywood, sino de una "broma" que "no pasó de eso", según relata el periódico Centro Histórico. La imagen de la asesina de Kill Bill ha levantado todo tipo de reacciones en Twitter. Desde los que claman respeto a las creencias y las tradiciones a los que opinan que no debe sacarte de contexto y que sólo se trataba de una broma en un ambiente distendido.

La transformación en dolorosa de la musa de Tarantino se produjo en el inclasificable bar Garlochí, en la calle Boteros. Un bar en el que la decoración es barroca, no faltan los santos, el incienso flota en el ambiente y suenan marchas procesionales, mientras los clientes alivian el gaznate con un sangre de cristo, trago estrella de la casa.

Marcelino Manzano lamentó profundamente que un bar en el que se citan cofrades ocurran estas cosas: "Es una falta total de respeto. La culpa de no es de Uma Thurman, sino de los cofrades que han permitido esto. Han querido hacer una gracia con algo que se supone que es importante para ellos. Es una falta de respeto a la Virgen, a los fieles y a las cofradías. Hay muchas cosas de las que nos podemos reír, pero no de ésta. Me indigna mucho. No me hace ninguna gracia".

Este periódico se puso también en contacto con el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, para conocer su opinión. Bourrellier explicó que desconocía lo que había pasado, pero que en ningún caso le podía parecer bien.