Cofradias

Una solución a la Madrugada: Anular la Concordia

  • Si se suspende el orden de paso acordado en 1903 no habría ningún cruce El escollo es que la Macarena tendría que salir una hora antes

Un cambio que lo arreglaría todo. La Madrugada ha entrado en barrena después de incontables reuniones en las que ni los hermanos mayores, ni los diputados mayores de gobierno, ni los cargos generales del Consejo de Cofradías, consiguen dar con la tecla que desatasque la complicada situación de la jornada. Son muchos los planes y las reformas que se han puesto sobre la mesa y, cuando parece que se está a punto de alcazar un acuerdo, siempre hay una hermandad que pone algún pero dando al traste con el tan ansiado acuerdo. El tiempo para la entente se acaba y los nervios y el hastío por la situación son cada vez más palpables. Aunque nadie se atreva (todavía) a ponerla seriamente sobre la mesa, en privado, tanto en el Consejo como en algunas hermandades, se identifica como una solución viable suspender la concordia establecida entre la Macarena y el Gran Poder el 24 de marzo de 1903, por la cual la primera cedía "el derecho de prelación o precedencia" a la de San Lorenzo por la carrera oficial.

Los actores principales de esta película, cuyo fin está anunciado para el 20 de diciembre (de una manera u otra), son tajantes al afirmar que si la Macarena regresara al segundo lugar se solucionaría todo. Y razón parece que no les falta. Al discurrir tras el Silencio no se encontrarían en la calle Trajano durante el regreso de los de San Antonio Abad a su sede canónica, no teniendo que alargar ésta su recorrido por San Andrés, García Tassara, Daoíz y San Miguel, como se ha propuesto recientemente. El Gran Poder, al retrasar su salida y su paso por la carrera oficial en más de una hora, ya no tendría el parón en Zaragoza, ya que no habría ni rastro de la Esperanza de Triana cuando llegue a este punto conflictivo a día de hoy, permitiendo a los de San Lorenzo aligerar su regreso a la basílica. La Esperanza de Triana, por su parte, no se vería obligada a hacer el esfuerzo de comprimirse para dejar libre este cruce al Gran Poder. Mientras tanto, la Macarena discurriría en su regreso o bien por Puente y Pellón o por la Plaza de la Alfalfa y San Pedro para buscar la estrechez de la calle Santa Ángela de la Cruz. A la ida hacia la Campana, para no perturbar la entrada de Montesión en su capilla, la hermandad podría ir por Relator y la Alameda para acceder a Trajano. Las personas que han estudiado esta nueva disposición afirman que la Hermandad de los Gitanos no se vería alterada. Tampoco el Calvario.

El pasado domingo, varios hermanos de la Macarena instaron a la junta de gobierno durante el cabildo general ordinario de cuentas a estudiar esta posibilidad que, sin embargo, cuenta con un importante escollo: La Macarena tendría que adelantar su salida al menos una hora. Aunque la hora de inicio de la carrera oficial no se vería alterada, las hermandades del Jueves Santo se opondrían con rotundidad a que la Macarena se pusiera en marcha alrededor de las once de la noche. Las personas que avalan esta solución como la única plausible para la Madrugada sostienen que es necesario lograr esta dispensa del vicario general y de las propias hermandades del Jueves por el bien común. Y aportan varios argumentos. Puede que dentro de unos años, si la nómina de nazarenos de las hermandades del Jueves Santo se incrementa, haya que alargar el horario por detrás, ya que el día en su inicio está condicionado por la celebración de los oficios en la Catedral. Otra solución es adelantar la celebración en la Catedral para hacer lo propio con el horario del Jueves Santo y la Madrugada. Igualmente, apuntan que en los últimos años prácticamente se ha solapado una jornada con otra, como sucede con la entrada de los pasos de palio de las hermandades de capa en la mañana del Viernes Santo y la salida del Cachorro apenas unos minutos después. El año pasado, por ejemplo, estaba discurriendo el Silencio por la Campana y la Virgen del Valle estaba saliendo de la calle Cuna en busca de la iglesia de la Anunciación. Pasión y Montesión también estaban de regreso a sus templos.

Los partidarios de esta solución esgrimen que el orden establecido en la Concordia ofreció solución a un problema determinado hace más de un siglo, pero que las dificultades que se producen en la Madrugada del siglo XXI son bien distintas y si el arreglo pasa por deshacer este acuerdo no debe pasar nada, ni ninguna de las dos hermandades, o sus hermanos, se tienen que sentir agraviados por ello, máxime cuando esta medida podría servir de alivio para un largo periodo de tiempo.

La idea está más presente que nunca. Sólo resta que se proponga en firme.

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