Receta

Árbol de hojaldre y chocolate, un postre sencillo y bonito para endulzar la Nochebuena

Árbol de hojaldre y chocolate, un postre sencillo y bonito para endulzar la Nochebuena

Árbol de hojaldre y chocolate, un postre sencillo y bonito para endulzar la Nochebuena

La Nochebuena es una ocasión especial para reunirse con la familia y compartir momentos llenos de alegría y tradiciones. Entre estas, una de las más dulces es la preparación de postres, y qué mejor que optar por algo sencillo, divertido y visualmente impresionante: el árbol de hojaldre y chocolate. Esta receta no solo resulta deliciosa, sino que su preparación puede convertirse en una actividad familiar entrañable y llena de aprendizajes.

Ingredientes

Para crear este mágico árbol, necesitarás:

  • 2 láminas de hojaldre
  • Crema de chocolate para untar (como Nutella o Nocilla)
  • 1 huevo batido para pincelar
  • Azúcar glass para decorar

Preparación

  • Comienza extendiendo una generosa capa de chocolate sobre una de las láminas de hojaldre.
  • Lo siguiente será colocar la otra lámina encima, y cortarla en forma de triángulo para formar el árbol.
  • Una vez tengamos la forma de nuestro árbol hecha, haremos cortes horizontales en ambos lados, dejando el centro intacto.
  • El siguiente paso es retorcer cada trozo para darle esa forma característica del árbol navideño.
  • Los últimos pasos serán similares a cuando montamos nuestro árbol en casa: colocar una estrella en la punta. En este caso, la estrella será de hojaldre e irá puesta en la cima.
  • Finalmente, pincelamos con huevo batido y lo metemos al horno a 200º grados durante 18-20 minutos.
  • Como toque final, podemos decorarlo todo con lacasitos, conguitos de colores, azúcar glass o el complemente o sirope que más nos guste.

Beneficios de cocinar en familia

La preparación de este postre no es solo una actividad deliciosa, sino una oportunidad para fortalecer los lazos familiares. Cocinar en familia, especialmente durante fechas significativas como la Nochebuena, fortalece las relaciones, fomenta la responsabilidad y madurez en los niños, y aumenta su deseo de aprender cosas nuevas.

Una tarde dedicada a la cocina es perfecta para crear recuerdos duraderos, facilitar la comunicación y el interés por las experiencias de los demás. Al cocinar juntos, se descubren nuevos sabores, y se fomenta la curiosidad y el gusto por la experimentación culinaria en los más pequeños. Esta actividad también es una excelente manera de aumentar la autoestima de los niños, haciéndoles sentir parte del proceso y valorando sus esfuerzos.

La cocina se convierte en un espacio de aprendizaje sobre la alimentación saludable, el valor del esfuerzo y la importancia del trabajo en equipo. Además, es un momento ideal para enseñar hábitos de reciclaje y seguridad en la cocina, adaptando las tareas según la edad de los niños.

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