Con Cuchillo y Tenedor

Natillas de chocolate caseras para darse un capricho dulce

Natillas de chocolate caseras para darse un capricho dulce

Natillas de chocolate caseras para darse un capricho dulce

Las natillas son uno de esos postres que nos devuelven a la infancia, y ya si son de chocolate apaga y vámonos. Esta receta es una de las propuestas para esos días que necesitamos una dosis extra de dulce en nuestras vidas. Además, solo tardarás 15 minutos en tenerlas listas y dejarán satisfechas hasta los paladares más golosos.  

La receta original de este tradicional postre solo usa tres ingredientes que suelen estar por casa, huevos leche y azúcar. Para realizar la variante sabor chocolate se necesitan 150 gramos de chocolate negro para postres, 600 mililitros de leche semidesnatada, 10 gramos de harina de maíz y 2 huevos. 

Con todos los ingredientes listos empezamos a preparar las natillas. Primero calienta en un cazo 300 ml de leche con el chocolate hasta que se termine por fundir, a fuego suave. En este caso, no es necesario fundir el chocolate al baño María, como si que ocurre con otras recetas como las de mousses de chocolate o los bizcochos. Solo hay que derretir el chocolate dentro de la leche hasta que queden ambos ingredientes perfectamente integrados. 

En otro bol, bate los huevos con la harina de maíz disuelta en la leche que faltaba por añadir. La harina de maíz será la encargada de aportar la textura densa y cremosa que hace que se te haga la boca agua nada más escucharla palabra natillas. Este ingrediente actuará como espesante de la mezcla.

Ahora, en la leche mezclada con el chocolate derretido, vierte la segunda mezcla de forma lenta y sin dejar de mover la mezcla. Sigue removiendo hasta que la mezcla espese un poco, esto es durante tan solo durante uno o dos minutos. 

Por último, deja enfriar y reparte la mezcla en pequeños boles. Estos se colocan en la nevera hasta que las natillas de chocolate se enfríen del todo. Este proceso suele durar entorno a 4 horas. La espera será un momento de tortura gastronómica, pero merecerá la pena sin duda alguna. 

A este sencillo postre se le pueden incluir tantas cosas como desees. Aderezadas con limón o naranja, coco rallado, un dulce toque de caramelo. Este alimento tan polivalente está delicioso le añadas lo que le añadas. 

Esta delicia se lleva fabricando desde la Edad Media, cuando las monjas eran las máximas encargadas de endulzar la vida a base de torrijas, pestiños, leche frita, yemas de Santa Teresa o los buñuelos típicos de Cuaresma. Y sin duda de las natillas. 

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