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Reubicar los productos saludables en los supermercados mejora nuestra salud

Mostrar las frutas y verduras en un lugar más destacado incentiva su venta

Mostrar las frutas y verduras en un lugar más destacado incentiva su venta

Modificar la disposición de los productos en las estanterías del supermercado podría ayudar a crear un diseño más saludable. Esto demostraría que la ubicación de los alimentos puede influir en el proceso de compra. Así lo revela un estudio publicado por Plos Medicine. 

La investigación ha sido llevada a cabo por la Universidad de Southampton, Reino Unido, y el objetivo final era conocer la motivación de los consumidores en el momento de comprar sus productos y determinar, de este modo, si la ubicación de los mismos influye en su decisión de compra.

Se fomenta una dieta saludable

Los resultados de la investigación revelaron que, al cambiar la posición de frutas y verduras a una más destacada, se consiguieron aumentar sus ventas. Como consecuencia, también la dieta de los consumidores basada en este carrito de la compra es mucho más saludable.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores han comparado los mismos productos en seis establecimientos físicos de la misma cadena, alternando la posición de los elegidos. Tres de los locales mantuvieron la disposición inicial mientras que en los otros tres se modificaron las ubicaciones. En este último caso, se suprimió la confitería así como los alimentos procesados de la zona de pago, cambiándolos por productos como pasta de dientes. También se movieron las frutas y hortalizas a un lugar donde destacaran a la vista.

Se tomó como muestra un grupo de 150 mujeres con unas edades comprendidas entre los 18 y 45 años. Todas ellas eran poseedoras de una tarjeta de la cadena dueña de los establecimientos. Se optó por la elección de este grupo porque son las personas que más piensan, de manera conjunta, en su dieta y en la de su familia. 

Para el estudio se observaron dos períodos de tiempo: tres meses antes del cambio y tres meses a posteriori. Comparando los datos de las ventas de frutas y verduras frente a las de confitería, en los establecimientos donde no se modificó la estructura inicial, se mantuvieron igual. En los supermercados donde se optó por la modificación de la ubicación se vendieron casi 10.000 piezas más de frutas y hortalizas semanalmente. Por su parte, los productos correspondientes a la confitería bajaron entre 1.400 y 1.600 porciones menos.

Queda demostrado mediante el citado estudio que el cambio de diseño influye en la decisión de compra final de los consumidores. Por lo tanto, una modificación de los supermercados físicos hacia un diseño más saludable también influye en la salud de las personas. Colocar las frutas y verduras más cerca de la entrada, alejando de las cajas los alimentos no saludable, provoca un efecto positivo en la salud. De igual manera, los productos no alimentarios, como agua o chicles, también sufrieron un aumento de las ventas en los períodos estudiados, al colocarse justo en la línea de cajas.

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