Consumo

Desde secarte el pelo a cargar el móvil: lo que cuestan tus acciones del día a día en la factura de la luz

Desde secarte el pelo a cargar el móvil: lo que cuestan tus acciones del día a día en la factura de la luz

Desde secarte el pelo a cargar el móvil: lo que cuestan tus acciones del día a día en la factura de la luz

Los últimos meses la luz se ha vuelto uno de los enemigos de todas las facturas recibidas en los hogares. Es un eco en las cabezas cada vez que se enchufa o se enciende algún electrodoméstico en los hogares. Y es que, para ahorrar en la factura, hay que ser muy estrictos en el consumo que realizamos cada día. 

Sin embargo, en estas restricciones de consumo que hacemos en los hogares, se suele pasar por alto los aparatos eléctricos más pequeños. Es muy fácil saber lo que consume el calefactor, la nevera o el horno pero ¿Cuánto puede llegar a consumir un secador de pelo?

Aunque su tiempo de consumo sea más reducido que aparatos más grandes, el secador funciona calentando una resistencia, lo que se traduce en un consumo elevado de electricidad. Tan solo cinco minutos diarios de uso van sumando una bolsa de gasto eléctrico que, día tras día, crea una cifra considerable, nada comparable a los electrodomésticos más grandes pero que, a fin de cuentas, suma en la factura del mes. 

Para medir el consumo de los secadores de pelo hay que tener en cuenta, en primer lugar, los KW que consume durante su funcionamiento, que vendrá dado según su modelo y eficiencia. 

El uso del secador vendrá dado por la conversión de la electricidad en calor, pasando los electrones por una resistencia, consiguiendo aumentar su temperatura. Una vez convertido, un ventilador empujará el aire por la resistencia para que consiga salir expulsado por la boquilla del aparato, con diferente potencia y calor según lo establecido. Como es lógico, a mayor potencia en vatios, el consumo será mayor. 

Por suerte, casi todos los secadores de pelo cuentan con reguladores de potencia tanto en aire como en temperatura, permitiendo que la intensidad sea menor y, por tanto, su consumo sea más reducido. 

Sin embargo, no solo el secador hace gasto en el día a día. El simple hecho de cargar el móvil también consume parte de las facturas de luz, aunque su gasto no es demasiado elevado, siendo bastante sencillo de afrontar económicamente. No obstante, y como pasaba con el secador, cada suma cuenta. 

Si la carga se realiza con un cargador de 30W durante una hora y media, el gasto diario será de unos 45Wh. Esto, traducido, hará un gasto diario de 0,045 kWh para la compañía eléctrica, que al año serían unos 16,42 kWh anuales. Esto, teniendo en cuenta que el precio del kWh está en 0.17734€/kWh, haría una suma anual de tan solo 2,9€, una cifra casi imperceptible. 

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