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Jordi Sierra i Fabra. Escritor

"No escribo para demostrar que sé escribir ni que soy muy listo"

  • 'Sombras en el tiempo', una historia de la posguerra, ganó el último Premio Torrevieja.

En el avión que lo trajo de Barcelona a Sevilla, apenas una hora de vuelo, empezó y terminó el guión de un nuevo libro. "Una novela infantil. Cortita, 15 capítulos, ¡muy cortita!", cuenta este escritor que convierte en ridícula y vaporosa la expresión excepcionalmente prolífico, siempre asociada a él. Autor -a día de hoy- de 417 libros de prácticamente todos los géneros, de la ciencia ficción a la novela policiaca pasando por enciclopedias del rock, y aupado sobre unas ventas que rozan los 10 millones de ejemplares, Jordi Sierra i Fabra, afable, verborreico, ajeno a las esforzadas poses, es un tipo que se dedica a estas alturas de su vida a pasarlo bien.

Algo que en su caso está unido al hecho de escribir sin freno. "Sigo siendo un crío. Para mí escribir es un caramelo. Siempre he sido una máquina productora. Cuando estoy escribiendo... ¡es que ni me ducharía! Disfruto como una vaca. Para mí esto es un placer y los placeres son sencillos", dice el autor de Sombras en el tiempo, "que es lo que somos cuando morimos", apunta, y también el título de la novela con la que ganó el último Premio Ciudad de Torrevieja, suspendido sine díe por el Ayuntamiento de la ciudad debido a la crisis (y al importe del galardón: 360.000 euros).

El autor -que asegura que dedicará íntegramente ese dinero a las dos fundaciones de apoyo a los escritores principiantes que mantiene en Barcelona y Medellín- no tuvo que ir lejos para encontrar la historia que narra en el libro, editado por Plaza & Janés. "Es una novela que estaba hecha. Me casé hace 42 años con mi mujer, Antonia, que nació en Barcelona pero es hija de murcianos, de un lugar que se llama Isla Plana, en la Bahía de Mazarrón, cerca de Cartagena. Y llevo desde entonces años oyendo hablar a toda su familia: ¿te acuerdas de que cuando llegamos a Barcelona...?, ¿de aquello, de lo otro? Pues ésa es la novela. Además, en los años 60, en el boom de la construcción en Barcelona, trabajé en el sector; me encargaba de atender en una oficina a los que llegaban a la ciudad en aquellos trenes llenos, les buscaba sitios para dormir, cosas así", dice.

La novela recrea las vivencias de una familia recién llegada a la capital catalana, y se muestra atenta -explica su autor- tanto a los sentimientos de estas personas como al aire de aquellos tiempos. "Pasaron tantas cosas... En el 49 Franco visitó la ciudad y explotaron muchas bombas; en el 50 llegó Kubala y cambió la estética del fútbol, el único lugar donde se podía gritar entonces; en el 51 se produjo la huelga de los tranvías, que fue salvaje, hubo muertos y todo; en el 52 vino un millón de personas al Congreso Eucarístico, acabó la cartilla de racionamiento, las cárceles de vaciaron de presos de la guerra...", enumera Sierra i Fabra, que escribió esta historia por sus evidentes implicaciones sentimentales y porque en España, dice, hay mucho "desmemoriado mirándose el ombligo".

Sombras en el tiempo es la novela más extensa de este antiguo periodista musical ligado a publicaciones como Disco Express o Popular 1. Son más de 500 páginas, pero que no se asuste nadie, viene a decir el escritor: se leen tan rápido como él las escribió. "Yo quiero que la gente lea rápido y disfrute, no quiero demostrar que sé escribir, ni que soy muy listo, ¡porque no lo soy! Lo abras por donde lo abras hay diálogos. Es muy cinematográfico: cada capítulo es una escena, el libro en sí es un guión ya. Frases cortas, puntos y aparte, ¡intensidad!", dice chasqueando los dedos. Y añade: "Este libro es supersencillo de hacer: supersencillo".

No deja de sorprender tanta sinceridad: nada más alejado de esas (auto)parodias de los escritores como portadores del fuego sagrado. "Para qué nos vamos a engañar, ¡no es complicado hacer este libro! Y además es que me da igual lo que la gente piense de mí. Yo soy así y punto. A lo mejor escribo un libro en cuatro días, pero me ha costado hacerlo 60 años. Ahora, eso sí: cuando escribo no hago nada más, ni voy al fútbol ni a ver a mis nietas. Y no corrijo nada, qué pérdida de tiempo, ¿no?, vaya coñazo. Yo soy muy energético, me sale por todas partes la energía. Cuando escribo un libro quiero un vómito, quiero que lo que yo vomite se quede calentito y le rebote a la gente en la cara: ¡bumba! ¿Que quedaría mejor si corrigiera? ¡Pues a lo mejor! Pero si corrijo, enfrío lo que quiero contar. No te vas a encontrar con un escritor como yo porque no hay ninguno que trabaje como trabajo yo", dice Sierra i Fabra, que publicará el próximo mes de mayo sus memorias literarias: Mis (primeros) 400 libros.

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