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Abrir pasillos y bascular

  • Las maniobras de Banega, Reyes o Vitolo lanzan a Vidal y Tremoulinas

Memorable el partido que ayer se marca Aleix Vidal, pletórico de fuerza, resistencia, llegada. Como enorme el de Tremoulinas por el otro costado. Para llegar hasta la línea de fondo o hasta zona de remate desde atrás, para sorprender como lo hicieron esos dos puñales, fue primordial la sincronización, calidad y astucia de los Banega, Reyes, Vitolo o Bacca para atraer piezas moradas hacia dentro y abrir los pasillos. Y también para asestar el golpe definitivo: una vez abierta la zanga en un costado, volcar la jugada hacia el otro con rapidez y precisión, como ocurrió en los goles. Fueron tantos preñados de colectividad, de trabajo en equipo. Reyes a Vitolo, Vitolo a Bacca, Bacca agradece la maniobra de distracción de Banega y retrasa a Aleix Vidal. De izquierda a derecha. Gol.

Defensa

La defensa posicional empezó un tanto desajustada. El repliegue fue excesivo, los pivotes, Krychowiak y Mbia, se anclaron demasiado cerca de los centrales y como a Reyes y a Vitolo les costó retrasarse para evitar los dos contra uno ante Aleix Vidal y Tremolinas, la Fiorentina se animó y llegó por fuera. Joaquín, por la izquierda, y el lateral Tomovic, por la derecha, colgaron centros peligrosos, rasos, que pudieron ponerlo todo cuesta arriba para el Sevilla desde el principio. Mario Gómez y Matías Fernández fallaron en remates claros y por ahí respiraron los campeones.

Salah, por su parte, prefirió arrancar desde el extremo derecho pero buscando en continuas diagonales la triangulación, la pared o el regate que lo hiciera plantarse en el área con la pelota en disposición de rematar. Apenas pudo, porque el Sevilla acumuló más piezas por dentro que por los costados. Y cuando salvó esa primera línea Maginot, en la que Krychowiak acabó hecho un gigante, a Salah o Matías se le cruzaban Carriço y Kolodziejczak, muy atentos y leyendo bien esas contadas irrupciones.

A la hora de partido, el Sevilla terminó de tabicar su portería con la entrada de Coke por Reyes, la ayuda de Aleix Vidal por delante y las de Iborra y Krychowiak -el polaco aparecía por todo lo ancho, en un alarde mayúsculo-. Joaquín, Marcos, Matías Fernández, Borja Valero siguieron con esa querencia a ese costado, pero ya no había conato de fuego alguno.

Ataque

Fútbol moderno, con continuas permutas, inteligencia para bascular el ataque a las zonas desprotegidas y capacidad de sorpresa, que es lo que hoy despedaza las pizarras de los entrenadores. Esa sorpresa llegó sobre todo por la profundidad de los laterales y su capacidad para mantener el aplomo en la línea de fondo o el área, levantar la cabeza y elegir la mejor opción.

Virtudes

Otra lección de manejo, de fútbol dinámico y de pegada.

Talón de aquiles

Defensa mal ajustada al inicio.

UNO POR UNO

Sergio Rico Tapó un par de tiros al salir con rapidez en esa fase inicial de dudas.

Aleix Vidal Portentoso, insistente, vertical, con dos golpeos de calidad en sus goles. Uno, fuerte de empeine; otro, de listo, engañando a Neto.

Carriço Ese oficio que hace que nadie tenga que preocuparse alrededor.

Kolodziejczak Intuitivo y rápido para cruzarse. Con la pelota, alguna imprecisión.

Tremoulinas Incansable en subidas con centros peligrosos.

Mbia Sin el despliegue de otras ocasiones.

Krychowiak Empezó más anclado pero acabó multiplicándose a medida que el partido se desordenaba.

Reyes Limitado por su ritmo, aunque astuto por dentro.

Banega La pausa cuando hacía falta, y la descarga hacia la zona que pedía la jugada.

Vitolo Lanzó a los laterales.

Bacca Fijó a los centrales.

Coke Muy metido. Valiente.

Iborra Ayer, mejor cerrando que tocando.

Gameiro De nuevo en el sitio. Necesita tan poco para decidir...

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